
Un grupo de astrónomos ha descubierto chorros de rayos X extraordinariamente potentes procedentes de dos agujeros negros supermasivos tan antiguos que podrían proceder de antes de la formación del universo con el Big Bang.
Utilizando datos del Observatorio de Rayos X Chandra de la NASA y del Karl G. Jansky Very Large Array (VLA), la investigadora Jaya Maithil y su equipo descubrieron que estos agujeros negros estaban "transformando la primera luz del universo en chorros de alta energía".
Cada chorro emerge de un agujero negro supermasivo que se alimenta activamente de esta luz, situado a unos 11.600 y 11.700 millones de años luz de distancia, explicó Maithil durante la 246ª reunión de la Sociedad Astronómica Americana en Anchorage, Alaska.
Los investigadores pudieron observaron estas inmensas estructuras tal y como aparecieron cuando el universo tenía sólo 3.000 millones de años, durante un periodo en el que las galaxias y sus agujeros negros centrales crecían a una velocidad vertiginosa.
"Estos son como cápsulas del tiempo cósmicas", afirma Maithil. "Si los entendemos, podremos comprender cómo influían en el crecimiento de su galaxia y en el entorno en el que residían".
Lo que hace que estos chorros sean especialmente notables es que permanecen visibles a miles de millones de años luz. Y en su artículo, los astrónomos sugieren que esto se debe a que interactúan con la débil y apenas existente radiación del Big Bang.
"Estamos descubriendo que algunos agujeros negros pueden tener más fuerza de la que pensábamos a estas alturas del universo", afirma Maithil en un comunicado. Poco a poco, y gracias a los avances tecnológicos podemos comprender qué hay más allá de nuestro planeta Tierra y de cómo se formó este.