
Las llamadas spam y comerciales se han vuelto el pan de cada día en nuestro país, y por desgracia ya no solo suponen una molestia o incordio, sino que se han convertido en una problema que desencadena en importantes pérdidas económicas por parte de los usuarios.
Según el Informe de Ciberdelincuencia 2023 del Ministerio del Interior, el 90,7% de los ciberdelitos registrados en España fueron estafas informáticas, alcanzando los 419.388 casos, lo que supone un incremento del 23,3% respecto al año anterior.
Una de las tramas más repetidas es a través de una llamada telefónica en la que se le informa al usuario de que ha sido seleccionado para un proceso de contratación en una nueva empresa. Todo comienza con una llamada automática y una supuesta oferta de empleo donde nos invitan a seguir la conversación por WhatsApp.
Una vez en dicha plataforma, entra en escena una supuesta empleada que siempre se presenta con el nombre de Andrea García. A diferencia de la voz anterior, esta persona ya no es un bot, es real. Tal y como explican desde Secure&IT: "Su papel es actuar como gancho para ganarse la confianza de la víctima e identificar si el usuario es vulnerable, si utiliza Bizum y si su número está vinculado a este sistema de pagos".
Aquí nos dicen que si seguimos a una cuenta en Instagram nos pagarán seis euros, una tarea muy simple y aunque se pueda desconfiar de ello, si lo haces, automáticamente recibes el dinero. De esta forma los atacantes se ganan tu confianza y hacen que comiences a fiar de lo que te dicen.
Una vez hecho esto, la víctima es redirigida a la aplicación Telegram. Allí recibe un código para contactar con su supuesto "gerente de tienda" y es añadida a un grupo "de trabajo" que, en este caso, se llama "Nueva vitalidad cada día".
"El grupo está lleno de mensajes, capturas de pagos y notificaciones constantes. Si no haces las tareas, te escriben por privado en Telegram. Al principio, las tareas parecen simples, como seguir perfiles o dar likes, pero con el tiempo la presión aumenta. Empiezan a aparecer instrucciones de cobro, penalizaciones por fallos y bonificaciones por cumplir", indican los investigadores.
Finalmente, la estafa deriva en que tienes que suscribirte a un servicio premium que requiere un previo pago, aunque te hacen la promesa de que vas a recibir un reembolso de un importe superior. Pero lo cierto es que cuando intentas reclamar ese dinero, te redirigen a una página web fraudulenta en la que se te descarga un virus troyano capaz de robar credenciales bancarias y contraseñas.