
El juego online ha duplicado sus resultados en tan solo seis años a pesar de las restricciones impuestas por el Gobierno y de la avalancha de operadores ilegales desde territorios offshore o paraísos fiscales.
De acuerdo con la última memoria elaborada por la Dirección General del Juego, las empresas del sector alcanzaron el año pasado un GGR conjunto - el margen de rentabilidad que se obtiene al restar las ganancias de los jugadores de los los ingresos procedentes de las operaciones realizadas- de 1.455 millones de euros, un 17,61% más que en 2023 y hasta casi un 110% por encima de los 699 millones de 2018.
Según esta memoria, la media anual de cuentas activas se sitúa en 1,4 millones, lo que supone igualmente un incremento del 23,48% respecto al año anterior. Y del mismo modo, el número de jugadores activos se elevó al cierre del año a 1,99 millones de personas, lo que supone igualmente un 21,71% por encima del año anterior Jorge Hinojosa, director general de Jdigital, la Asociación Española de Juego Digital, con una media de gasto de 730 euros al año por cada uno de los jugadores, el margen de beneficios se está estabilizando y, en cualquier caso, "las cifras no son escandalosas y están, además, por debajo de otros países de nuestro entorno".
Comercio electrónico
En su opinión, el crecimiento de los últimos años se ha producido de forma paralela al aumento del comercio electrónico insistiendo, en la misma línea, que la mayor parte del gasto en juego la sigue concentrando Loterías y Apuestas del Estado. El responsable de la patronal del juego online asegura que actualmente hay en España entre 65 y 70 licencias, una cifra alta, según admite, aunque recalcando que "muchas de ellas no están activas".
En un encuentro con elEconomista.es Hijojosa lamenta que las limitaciones impuestas por el Gobierno a la publicidad y a la prohibición por ejemplo, de los bonos de bienvenida para la captación de nuevos clientes, están propiciando un coladero para los operadores ilegales. "En los últimos tres años, debido al entorno regulatorio, han aparecido más páginas sin licencia, detectándose hasta un millar de ellas", asegura.
Sin licencia
La DGOJ, dependiente del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, ha impuesto sanciones por un total de 77,4 millones de euros tan solo el segundo semestre de 2024 y ha inhabilitado a más de 14 empresas que operaban sin licencia –trece de estas fueron sancionadas con 5 millones de euros cada una, mientras que una de ellas, por reincidencia, recibió una sanción de 10 millones. Con todo ello, desde julio del año 2021, el valor total de las multas se eleva a más de 398 millones de euros.
A nivel europeo, de acuerdo a un informe elaborado por la Asociación Europea de Juegos y Apuestas (EGBA), que representa a los principales operadores del continente, los resultados alcanzaron en el último año los 13.500 millones de euros, un 15% más.
Apuestas sospechosas
El Informe de Integridad de la Asociación Internacional de Integridad de Apuestas (IBIA) del primer trimestre de 2025 –que representa a más de 140 marcas de apuestas a nivel mundial–, expone, de hecho, que solo en este periodo se reportaron 63 alertas de apuestas 'sospechosas' en 23 países, lo que representa un aumento del 11% respecto al mismo periodo del año anterior. El fútbol y el tenis concentraron el mayor número de alertas (31 y 9 respectivamente), aunque esta última cifra ha registrado una caída del 47% frente al trimestre anterior.
De Gibraltar a Ceuta y Melilla
Al margen de el auge de los operadores ilegales, la presión fiscal y las restricciones normativas en España ha provocado una huida masiva de marcas de juego a Ceuta y Melilla, donde la carga tributaria es más ligera. Son empresas que en la mayoría de los casos procedían de Gibraltar, de donde se han marchado como consecuencia del Brextil y de Malta. Según el director general de Jdigital, "el entorno regulatorio en nuestro país piensa más en el jugador para prevenir la ludopatía, pero deja de lado algunos aspectos importantes para el operador".
A las restricciones de publicidad, se suma la normativa fiscal nacional que establece un 20% más de tributación para las empresas del sector a través de Impuesto sobre Actividades del Juego, un porcentaje que en las dos ciudades españolas del norte de África se reduce al 10%.
Incentivos fiscales
En Ceuta y Melilla, estas empresas solo abonan además un 12,5% de impuesto de Sociedades o un 11,8% de cotización a la seguridad social –la mitad aproximadamente respecto al resto de España–, entre otros beneficios fiscales. De ahí, que estos territorios se hayan convertido en un 'refugio' fiscal para muchos operadores y que, por consiguiente, esté generando más de 1.000 empleos acreditados. En Ceuta, por ejemplo, ya hay instalados, al menos, 25 operadores, entre los que destacan AlmiralBet, DAZN Bet, OlyBet, Pause&Play, Rank Digital Ceuta, Sportium o Betway; y, en Melilla, hay más de una docena de firmas de juego como, por ejemplo, Kirolbet.