
El desarrollo tecnológico y científico nos permite cada vez conocer más y mejor el mundo que nos rodea e incluso lo que está más allá. Y es que en los últimos años, la investigación del espacio exterior ha dado importantes pasos para responder a preguntas que llevan años entre nosotros.
Sin duda, una de las áreas donde más estamos avanzando en los últimos años es en la investigación de Marte. Hasta ahora el planeta rojo era bastante desconocido, pero debido a que es el planeta más habitable que conocemos fuera de la Tierra, es crucial que podamos aprender y comprender al máximo todo lo que es y hay en él.
Desde hace años, la NASA lleva trabajando con diferentes proyectos y robots para la investigación de Marte, y se han logrado avances muy importantes y que nos permiten dibujar mejor cómo es este planeta rojo.
Y recientemente se ha anunciado un muy esperado e interesante proyecto de la mano del rover Perseverance de la NASA. Este robot explorador lleva desde el 2020 con la misión principal de encontrar signos antiguos de vida en el planeta, y en los últimos meses, el Perseverance ha estado explorando el Cráter Jezero.
En concreto, este se ha centrado en un terreno de una alta ladera llamada Colina de la Bruja Avellana, que podría contener pistas sobre un período en el que Marte tuvo un clima muy diferente, y está repleto de piedras con un gran valor para la investigación.
"Hay rocas nuevas e intrigantes dondequiera que gire el rover. Ha sido todo lo que esperábamos y más". Este cráter está resultando ser una mina de oro para la ciencia, ya que contiene gran cantidad de fragmentos de rocas que en su día estuvieron fundidas y que fueron expulsadas de las profundidades de la superficie hace miles de millones de años por impactos de meteoritos, entre los que posiblemente se encuentre el impacto que originó el propio cráter Jezero, según explican en el comunicado.
Entre ellos se ha encontrado "un tesoro único" que los científicos calculan que que se remonta al menos a 3.900 millones de años, a la era Noáquica, un período inicial de intenso bombardeo marciano que configuró el paisaje de cráteres del planeta que vemos hoy en día, según ha informado recientemente la NASA.
Los científicos están ansiosos por traer a la Tierra estas y otras muestras recogidas por Perseverance para determinar si alguna vez hubo vida en Marte.