
No es ningún secreto que cada día dependemos más de Internet para llevar a cabo tanto nuestro trabajo como otras actividades en nuestro ámbito personal. Eso ha hecho que el WiFi sea una herramienta necesaria para cada vez más cosas y de las peores cosas que te puedan pasar con él, es que la conexión sea lenta.
Sorprendentemente, teniendo en cuenta la importancia que tiene la conexión WiFi, este problema es más que común y podríamos decir que en alguna ocasión todo el mundo ha tenido una mala experiencia por culpa de una conexión lenta.
Una mala señal WiFi se puede deber por muchísimos factores, algunos que están al alcance del usuario y otros que son problemas técnicos de tu red, con estos segundos poco más puedes hacer que ponerte en contacto con un profesional. Pero quizás, este contratiempo de tu WiFi lo puedas solucionar tú mismo, ya que quizás el problema de tu conexión se deba a un elemento en el que nunca pensamos, pero que en realidad puede ser el responsable.
Muchas veces somos nosotros mismos, al colocar el router en un sitio que no corresponde o que no le beneficia para enviar las señales con suficiente potencia, pero hay ocasiones en las que ese no es el motivo, sino que hay otros aparatos bloqueando las señales.
Y bien es verdad que no vamos a estar todo el rato pendiente de andar enchufando y desenchufando los distintos electrodomésticos en la casa, pero hay momentos concretos, como una videollamada del trabajo importante o porque quieres ver el fútbol sin interrupciones o retrasos, en los que sí que puedes desconectar el electrodoméstico que está ralentizando tu conexión WiFi.
Este en concreto se encuentra en nuestras cocinas, y se trata del microondas. Esta problemática del WiFi con los microondas se debe a que la mayoría de routers funcionan con frecuencia 2.4GHz. Y al encender y usar el micro, se genera ondas electromagnéticas que interfieren con la señal de Internet, provocando que vaya más despacio y que sufra interrupciones, sobre todo si ambos aparatos están cerca.
Es por ello que la solución más sencilla es la de no usar y desenchufar el microondas en esos momentos que más necesitas un WiFi rápido, aunque existe una solución un poco más técnica es la de cambiar la frecuencia de tu router de 2.4 GHz a una de 5 GHz.