La guerra abierta en el capital de Prisa se ha trasladado a Indra. El inversor francés Joseph Oughourlian, primer accionista de la editora del El País y de la Cadena SER con un 29,5% del capital, es propietario a su vez del 7,24% de la firma tecnológica, estando en ambos casos entre la espada y la pared debido a un fuerte enfrentamiento con el Gobierno.
Según confirman fuentes próximas a Oughourlian, el inversor estaría buscando ahora una salida en ambos casos ante una situación que considera ya "insostenible", especialmente después de que en las últimas semanas haya estado buscando un acercamiento al Partido Popular y, especialmente a Alberto Núñez Feijóo, lo que no ha sentado nada bien en Moncloa. En Prisa la guerra es total y un grupo de accionistas españoles respaldados por el Gobierno y bajo el liderazgo de José Miguel Contreras, director de Contenidos del grupo, le ha hecho una oferta para que se quede con Santillana y les vende por 450 millones de euros los medios del grupo, algo a lo que Oughourlian no ha dado de momento respuesta.
Batalla abierta
En Indra, el inversor, que gestiona sus inversiones a través de Amber Capital, se enfrentó de una forma abierta al anterior presidente, Marc Murtra, ahora en Telefónica, rompiendo cualquier vía de negociación. De hecho, Murtra se resistió en todo momento a que pudiera entrar en el consejo de administración y aunque finalmente se aprobó una ampliación del mismo para dar entrada a Amber, el fondo tuvo que nombrar como representante a Pablo Jiménez de Parga, que se incorporó así como consejero dominical ante la firma negativa de Murtra de permitir la incorporación de Oughourlian.Pero es que, según confirman distintas fuentes, si en aquel momento la situación ya era de máxima tensión, su situación ahora es incluso más complicada.
Y es que mientras que en Prisa es el primer accionista en Indra no es así y, sin ninguna vía de comunicación con el Gobierno, que trata de dejarle aislado, está enfrentado tanto a la Sepi, que tiene el 28% de las acciones de la tecnológica, como a Escribano, que controla otro 14,3%. De este modo, no tiene, por lo tanto, ningún margen de maniobra. Siempre según las fuentes consultadas, desde el Gobierno se habría estado presionando en las últimas semanas a Oughourlian para que salga del capital de las dos compañías, trasladándole que aunque tiene importantes minusvalías latentes en Prisa podría compensar una parte con las ganancias de Indra. Oughourlian, que hasta este momento se habría resistido a vender ante las fuertes pérdidas que podría causarle ahora una desinversión, se estaría empezando a plantear, sin embargo, una salida.
Minusvalías
En Prisa, donde ha invertido más de 300 millones de euros, su participación vale ahora apenas 110 millones, con lo que acumula minusvalías de unos 200 millones. Pero en Indra, a la que ha destinado 130 millones de euros, el 7,24% está valorado a los precios actuales en bolsa en casi 240 millones, con lo que tendría plusvalías de 110 millones si vendiera ahora sus acciones.
Ante todo ello, son varias las opciones que hay sobre la mesa. En Indra son muchas las vías que podría tener de salida, pero cualquier operación tendría que hacerse siempre de la mano de Sepi, como accionista de referencia. En Prisa, la situación es más complicada, pero una de las posibilidades sería precisamente la venta de los medios de comunicación, tal y como ya se le ha planteado. El Gobierno quiere consolidar a toda costa un grupo mediático de izquierdas que apoye la labor del PSOE y cuenta para ello no solo con José Miguel Contreras, sino también con el respaldo de otros accionistas de Prisa, como Global Alconaba, una firma encabezada por Andrés Varela, uno de los fundadores de Globomedia, con un 7% del capital; Adolfo Utor, propietario de Balearia, que tiene otro 5,4%, y Diego Prieto, fundador y presidente del Grupo SSG, una compañía dedicada al transporte sanitario, con otro 3,1%.
Oferta sobre la mesa
Tal y como adelantó elEconomista.es el pasado 17 de febrero, desde este grupo de accionistas han confirmado que "se presentó una oferta inicial hace un año como consecuencia de que Oughourlian manifestara su disponibilidad a vender los medios", siendo una propuesta que vuelve a estar ahora sobre la mesa. La idea es que el inversor, de nacionalidad francesas pero origen armenio, ingresara alrededor de 100 millones y utilice otros 350 millones de euros más para reducir la deuda de Prisa, que supera los 800 millones y que está pendiente aún de un acuerdo de refinanciación con Pimco.
De momento, estos accionistas han acordado ya quedarse con el 70% de la nueva cadena de televisión de Prisa, a la que se conoce ya como La Séptima. Lo han hecho al margen de Oughourlian, y con Prisa como accionista minirotiario con una participación de solo el 30%. En mitad de esta batalla, Oughourlian planteará al consejo de administración la escisión del negocio de los medios en América en contra de toda la cúpula directiva.