Tecnología

El último baile de TikTok en EEUU: la red social apura la carta de Trump para evitar el gran 'apagón' en EEUU

  • La prohibición entrará en vigor el día 19, si la Justicia no la detiene
  • Trump pide una prórroga para ser él el que tome la decisión
TikTok se anuncia a la prohibición. Foto: Dreamstime

El tiempo corre para TikTok. Quedan 10 días para que la red social sea prohibida en EEUU, y la firma de origen chino se juega su última carta este viernes: o convencen al Tribunal Supremo para que anulen la ley que ha puesto la espada sobre sus cabezas, o la última acción de Joe Biden como presidente de EEUU será ordenar su prohibición. Una forma de salir de la Casa Blanca por todo lo grande y dejar un problema en el despacho para su sucesor.

Un poco de memoria: el pasado mes de marzo, el Congreso de EEUU aprobó la Ley para Proteger a los Americanos de Aplicaciones Controladas por Enemigos Extranjeros, con una mayoría aplastante de congresistas y senadores de ambos partidos. El presidente Biden la ratificó el pasado 24 de abril. Esa ley da 270 días para que las aplicaciones designadas como "controladas por un enemigo" trasladen su propiedad a unos nuevos dueños que no supongan una "amenaza para la seguridad nacional" de EEUU. Si se ponen en venta, el presidente podría extender ese límite tres meses más. Si no, cuando se cumpla el día 270, pasarán a estar prohibidas.

La ley está dirigida casi exclusivamente contra TikTok, la primera red social que cayó dentro de esa definición. Y el reloj empezó a contar, y su 'muerte' legal llegará justo el 19 de enero, el último día de Biden en el poder. ByteDance, la compañía china dueña de TikTok, no ha hecho ningún esfuerzo para vender su red estrella, por lo que su última esperanza está en el Tribunal Supremo. Y para esa batalla contará con un apoyo inesperado: el de Donald Trump, que ha pedido que paralicen la ley unos meses.

La primera enmienda, ¿al rescate?

TikTok ha llegado al Supremo después de que sus recursos de inconstitucionalidad contra la ley acabaran en derrota en todos los tribunales a los que ha ido hasta ahora. Esta, pues, es su última oportunidad, justo sobre la bocina. Y su argumento clave es que estaría violando la primera enmienda de la Constitución, que prohíbe al Gobierno controlar el acceso a la información y reducir la libertad de opinión.

Sin embargo, el Departamento de Justicia y los tribunales inferiores han señalado numerosos casos en los que el Congreso sí ha controlado el acceso a la propiedad de medios de comunicación, con el visto bueno de los jueces. Durante décadas, por ejemplo, las cadenas de televisión solo podían estar en manos de inversores estadounidenses. Además, señalan las otras sentencias, la prohibición está dirigida "de forma muy específica" a redes que supongan un riesgo para la seguridad nacional. Los competidores de TikTok no está en en peligro, y la aplicación dejaría de estar bajo amenaza si ByteDance la vendiera a una empresa de cualquier otro país que no fuera China.

Entre medias de todo eso ha aparecido Trump. El futuro presidente quiere ser él el que tome la decisión de prohibir, o no, a TikTok, por lo que ha pedido al Supremo que paralice temporalmente la ley para que Biden no pueda aplicarla y dejar un hecho consumado. "Como negociador exitoso, tengo la capacidad única para negociar una resolución política al asunto", asegura el magnate en su documento uniéndose al recurso.

El giro de Trump es notable, ya que en su anterior mandato precisamente intentó prohibir TikTok. En aquel momento, llegó a empujar a la firma china a negociar su venta a una alianza de firmas estadounidenses, con Oracle a la cabeza. Pero aquellos planes se quedaron en nada, y TikTok se limitó a llevar los servidores donde almacena los datos personales de los usuarios norteamericanos a Texas. Desde entonces, la cuenta de Trump en la red se ha disparado, hasta superar los 10 millones de seguidores, y el presidente electo parece haber reconsiderado su posición.

Pero los analistas judiciales creen que las opciones de que TikTok sobreviva al mandato de Biden son escasas. La mayoría apunta a que el Supremo no suele inmiscuirse en las leyes sobre la seguridad nacional, especialmente cuando tienen un amplísimo respaldo bipartidista, y el texto legal no tiene ningún error flagrante que permita tumbarlo por motivos formales. Aun así, no es descartable que los jueces nombrados por Trump se busquen alguna excusa para otorgar el 'tiempo extra' que ha pedido el presidente electo.

Una prohibición compleja

Si, efectivamente, el Supremo confirma la prohibición, la clave estará en cómo llevarla adelante. Inmediatamente, tanto Apple como Google deberán retirar la app de sus tiendas en EEUU y ningún servidor estadounidense podrá distribuir copias para su descarga, bajo una amenaza de multa considerable. Pero los millones de copias ya descargadas seguirán funcionando indefinidamente, hasta que los usuarios cambien de móvil.

Aquí se pueden abrir tres caminos. Uno es que una red social diferente, como Instagram o algún 'clon' de TikTok de propiedad estadounidense, se lleve a los usuarios actuales en EEUU, arrastrando a todo Occidente detrás. Otro es que la red resista, y se cree un 'mercado negro' de teléfonos con TikTok instalado y de viajes al extranjero para descargarse allí el programa. Y la última es una gran división: que EEUU se quede con su 'sucedáneo' mientras esta nueva red alternativa y la TikTok original luchen a brazo partido en Canadá, Europa o Latinoamérica, entre otros. Pero aún queda un último paso antes de que esos escenarios estén sobre la mesa: el Supremo tendrá la última palabra.

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