La vida está repleta de sorpresas, algunas más esperadas y previsibles que otras, pero podemos estar seguros que la que vivió Nick Mead hace unos años puede ser una de las más increíbles hasta el momento.
Para poner algo de contexto a esta historia, Mead es un coleccionista de vehículos militares que acumula más de 150 en su granja de Helmdon, en Northamptonshire, en el Reino Unido. Este hombre ha montado una especie de parque de atracciones donde permite a los visitantes montarse en estos vehículos a cambio de un pequeño pago, y te ofrece la posibilidad de montarte en tanques o coches militares.
Como parte de su trabajo, Mead busca nuevos vehículos que incorporar a su colección y hace unas semanas vio y compró un viejo tanque de la invasión de Kuwait, en los años 90, por unos 36.000 euros en la plataforma de compra venta eBay. Según cuenta se trataba de un tanque T-69, una versión china del tanque soviético T-54, que había acabado en las filas del ejército iraquí, al cual se le acusa de saquear el país y robar todo de valor que encontraban en su camino.
La cosa es que gran parte de este botín se tuvo que esconder para evitar represalias o que otros se lo llevaran, y por ello de vez en cuando aparecen verdaderos tesoros en lugares que nadie se esperaba. Tal y como muestra Mead en un vídeo que publicó en YouTube, al abrir el depósito del tanque con su mecánico de confianza, ambos se quedaron totalmente asombrados y sin palabras con lo que vieron en el interior.
Y es que en el depósito de este viejo tanque, encontraron hasta cinco lingotes de oro de unos cinco kilos cada uno, que en total están valorados en 2,5 millones de euros. Como con este botín no podía ir a ningún lado, Mead llamó a la policía, quienes se llevaron los lingotes, dándole un recibo que indicaba que si nadie lo reclamaba sería suyo. En el momento en el que escribimos esta noticia todavía no sabemos si alguien lo ha reclamado o este coleccionista ahora es millonario.
Lo más seguro es que no vuelva a oír nada de esos lingotes, y es que en casos de botín de guerra, es el país víctima, en este caso Kuwait, quien tiene derecho a reclamar ese tesoro como suyo.