
Indra ha anunciado este lunes la puesta en marcha oficial del proceso para decidir si vende Minsait Payment, su filial de pagos. El Consejo de Administración de la firma ha dado luz verde a "analizar las distintas opciones" que tiene sobre la mesa, siguiendo el plan estratégico anunciado en marzo.
En aquel plan estratégico, Indra abrió la puerta a vender Minsait, aunque no explicó si esa venta sería parcial, mediante la entrada de un nuevo socio, o total, desprendiéndose de su filial por completo. Minsait es el motor de crecimiento del grupo, con repuntes interanuales de casi el 20% en los contratos en cartera, además de incrementos de dos dígitos en los ingresos y el ebitda (11,5% y 10%, respectivamente), junto con una mejora del margen operativo de casi el 21%.
As, el plan estratégico de la firma señalaba tres grandes metas para el periodo comprendido entre 2024 y 2026. La hoja de ruta apuesta por una nueva división centrada en la industria aeroespacial, incrementar el número de socios en su negocio tecnológico de Minsait y obtener ingresos de 6.000 millones de euros, volumen que la firma espera incrementar hasta los 10.000 millones en 2030. Para conseguir estos objetivos, la compañía está dispuesta a emplear tres cuartas partes del presupuesto destinado a fusiones y adquisiciones para las operaciones vinculadas a los sectores aeroespacial y de defensa.
El pasado mes de junio, el presidente de Indra, José Vicente de los Mozos, confirmó su apuesta por el futuro de Minsait dentro de la organización, pero con la previsión de incorporar nuevos socios en la filial tecnológica, como se decía en el plan estratégico. La cuestión ahora es si esta postura acabará por dominar el debate, o si la posibilidad de vender el 100% ganará posiciones.
Hasta mayo, Indra contaba con dos ofertas sobre la mesa, y encargó a Citi y AZ Capital que la canalización de la recepción de otros posibles interesados en el negocio. Aquello suponía la antesala de la desinversión, aunque, en aquel momento, la primera opción consistía en incorporar un socio capaz de aportar ingresos extraordinarios al grupo. Aquel dividió al consejo, ya que algunos abogaban por convertir a Indra en uno de los campeones europeos de la de defensa. Entre los promotores de esta estrategia estaban el el fondo Amber Capital que lidera Joseph Oughourlian, la Sepi, y otros importantes inversores como Escribano y Sapa. En este caso, el reto consistía en soltar negocios laterales con los que obtener fondos para crecer en el sector militar.