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Elon Musk está desesperado: X no para de perder dinero y demanda a sus anunciantes y OpenAI

Cuando Elon Musk compró Twitter a finales de octubre de 2024, se vaticinaba que no iba a ser un gran negocio, pero que quizá el magnate iba a encontrar las formas de sacar adelante y rentabilizar la plataforma. Hoy parece claro que no es así. De hecho, Musk ha vuelto a la carga legalmente para intentar resolver un problema que parece poco solucionable, y de paso ha aprovechado el paso por los juzgados para reavivar la batalla legal que mantiene contra OpenAI, la compañía de IA que cofundó.

La renombrada como X ha perdido más del 71% de su valor desde que la compró el magnate. Ahora, Elon Musk ha demandado a un grupo de anunciantes, acusándolos de un boicot masivo que privó a la empresa de miles de millones en ingresos y violó las leyes antimonopolio.

La demanda se presentó en un tribunal federal en Texas contra la Federación Mundial de Anunciantes y empresas como Unilever, Mars, CVS Health y Orsted. Musk alega que el grupo de seguridad de marca Global Alliance for Responsible Media coordinó una pausa en la publicidad tras la compra de Twitter por Musk, lo que consideró un boicot sistemático ilegal.

Pero como decíamos, Elon Musk también ha demandado a OpenAI y a sus cofundadores, Sam Altman y Greg Brockman, alegando que han desviado la misión original de la organización, comprometiendo la transparencia y la seguridad en el desarrollo de la inteligencia artificial. Musk acusa a Altman y Brockman de priorizar beneficios sobre la ética y la seguridad, lo que considera una traición a los principios fundacionales de OpenAI.

Musk reclama a los anunciantes que salieron de Twitter por su compra

¿Y qué sucede cuando una figura tan controvertida como Elon Musk decide declarar la guerra en múltiples frentes? La reacción de los anunciantes no se ha hecho esperar. En un testimonio reciente, Herrish Patel, presidente de Unilever USA, defendió la posición de la empresa, afirmando que Unilever controla su gasto publicitario de manera independiente y que ninguna plataforma tiene derecho a su presupuesto publicitario. Esta postura resalta la autonomía con la que operan estas grandes corporaciones y su derecho a elegir en qué plataformas desean anunciarse.

En el ámbito de la inteligencia artificial, Elon Musk ha presentado una nueva demanda contra OpenAI, acusando a sus líderes, Sam Altman y Greg Brockman, de desviar la misión original de la organización.

OpenAI fue cofundada por Musk con la visión de desarrollar IA de manera segura y transparente para el beneficio de toda la humanidad. Sin embargo, Musk sostiene que la organización ha priorizado los beneficios comerciales sobre los principios éticos y de seguridad, lo que considera una traición a la misión fundacional.

Diferencias filosóficas de fondo con respecto a la IA

La relación entre Musk y los otros cofundadores de OpenAI ha estado plagada de desacuerdos filosóficos. Mientras Musk aboga por una transparencia total y un control estricto en el desarrollo de la IA, Altman y Brockman han mostrado una mayor disposición a explorar alianzas estratégicas que incluyen acuerdos comerciales para financiar sus proyectos. Estas diferencias culminaron en la salida de Musk del directorio de OpenAI en 2018, aunque las tensiones han persistido, como lo demuestra la reciente demanda.

"Fundé OpenAI para que fuera una institución sin ánimo de lucro", ha dicho el magnate en más de una ocasión.

Como decimos, eso tiene sentido dada su propia historia personal con OpenAI, la organización que cofundó hace unos ocho años. En 2018, Musk abandonó la junta del grupo en medio de desacuerdos sobre su dirección. Al año siguiente, la compañía pasó de ser una entidad sin ánimo de lucro a una entidad privada con ánimo de lucro, una decisión que claramente enfureció a Musk.

"OpenAI se creó como una empresa de código abierto (por eso la llamé 'Open' AI), sin fines de lucro, para servir como contrapeso a Google", tuiteó Musk hoy, "pero ahora se ha convertido en una empresa de código cerrado y máximo beneficio controlada efectivamente por Microsoft."

En los últimos días Musk ha reiterado primero que cree que la IA es "uno de los mayores riesgos para el futuro de la civilización", un mensajes que ha estado lanzando desde hace mucho antes de dejar OpenAI.

El jueves, Musk comparó el chatbot de Microsoft con "la IA del videojuego System Shock que se vuelve loca y mata a todo el mundo", en referencia a un popular videojuego en primera persona de 1994.

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