Tecnología

La inteligencia artificial reinventa la figura del abogado tradicional

  • Los usos de esta tecnología están revolucionando los departamentos legales

Las aplicaciones de la inteligencia artificial son prácticamente ilimitadas, tanto, que está suponiendo un cambio de paradigma que está revolucionando los diferentes departamentos de una empresa, y el legal no está siendo ajeno a ello. De hecho, los casos de uso de la IA en las áreas legales demuestran el valor y el potencial de esta tecnología y, con una combinación adecuada de regulación, ética y responsabilidad, la IA puede ser una herramienta valiosa para mejorar la práctica de la función legal en beneficio de la sociedad en general, concretamente la IA generativa.

Sobre esto se debatió en el segundo encuentro del ciclo de diálogos A prueba de inteligencia artificial organizados por elEconomista.es y KPMG, llamado La IA como Aliada en la Evolución Jurídica. El evento contó con la participación de Noemí Brito, socia responsable del área de LOTS, Propiedad Intelectual y Nuevas Tecnologías de KPMG Abogados y Pablo Blanco, director General de Asuntos Legales de Repsol y secretario del Consejo de Administración. Estos avances, pese a que todavía están en una fase inicial, ya están suponiendo una auténtica revolución del trabajo que hacen los departamentos jurídicos.

"Ha revolucionado ya, a mi juicio, el propio trabajo legal desde una perspectiva de aprendizaje. Pongo un ejemplo: si un abogado junior está viendo un contrato y solicita a la herramienta de inteligencia artificial una versión que sea más amigable desde el punto de vista del comprador o desde el punto de vista del vendedor, la herramienta lo hace, y lo hace muy bien", detalló el director General de Asuntos Legales de Repsol y secretario del Consejo de Administración.

El experto es tajante en lo que está suponiendo la inteligencia artificial en los departamentos legales: "La abogacía tradicional, conceptualmente hablando, está muerta. Y no solo por introducir inteligencia artificial generativa. Creo que las formas de trabajar son distintas, la forma de aproximarse a los a los problemas y el análisis en función del riesgo han cambiado".

Para la socia responsable del área de LOTS, Propiedad Intelectual y Nuevas Tecnologías de KPMG Abogados los casos de uso son muchos, pero antes de su implantación hay que esclarecer los puntos básicos. "Lo primero que tenemos que saber es qué es la inteligencia artificial, qué implicaciones tiene, cuáles son las funcionalidades... Ver cuáles son esos casos de uso que realmente tienen sentido en tu organización para no errar el tiro en tiempos, eficiencias, recursos...", explicó Brito. Un trabajo que las empresas ya han empezado a hacer. "Hoy más que nunca esta tecnología ha puesto en valor en la función legal. Además es una tecnología que curiosamente para nosotros es bastante intuitiva porque es una tecnología del lenguaje. Eso significa que para nosotros es bastante natural interactuar y sacarle, entre comillas, partido a la misma", apuntó.

Nuevo marco jurídico

El Parlamento Europeo aprobó por mayoría absoluta el pasado 15 de junio la Propuesta de Reglamento de Inteligencia Artificial, cuyo objetivo último busca establecer un marco normativo europeo que asegure un desarrollo de la inteligencia artificial bajo un entorno ético y legal. Este marco incluye normas de transparencia y gestión de riesgos, con el propósito de garantizar que los sistemas de IA se utilicen de manera responsable y segura, al mismo tiempo que se protegen los derechos y la privacidad de las personas.

"Esta norma lo que establece es una visión de lo que quiere la Unión Europea, muy basada en los valores europeos. Yo señalaría dos grandes puntos donde tenemos que pensar las empresas. Uno es la clasificación del riesgo de los sistemas de inteligencia artificial, pero también la posición que nosotros estamos teniendo en relación a estos sistemas", detalló Brito.

¿Esta ley va a ser una aliada en el desarrollo de la inteligencia artificial? "La ley además de proteger derechos fundamentales, también establece una serie de actividades que están prohibidas y otras que se clasifican por riesgo según sea de mayor o menor y se da un periodo de tiempo para que las empresas puedan adaptarse. Yo creo que es necesario ese periodo de tiempo para adaptarte y necesitamos otro periodo de tiempo adicional", destacó el director General de Asuntos Legales de Repsol y secretario del Consejo de Administración.

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