
La compañía Indra celebrará el próximo jueves un consejo de administración en el que analizará y, presumiblemente, tomará una decisión sobre dos operaciones que se llevan negociando desde hace muchos meses: las compras de las empresas semipúblicas Hispasat y Hisdesat, controladas por Redeia y la propia Hispasat, respectivamente, y ambas especializadas en el ámbito del espacio. La reunión del órgano de gobierno de la tecnológica española se antoja trascendental ya que se realizará poco antes de la junta de accionistas, convocada para ese mismo jueves a las 12:30 horas. "Puede ocurrir de todo en las próximas horas, todo está en el aire" según explican a elEconomista.es fuentes conocedoras de la situación, sin aventurar el alcance del próximo consejo.
El precio de adquisición de Hispasat se aproximaría a los 1.000 millones de euros, una vez que Redeia invirtió 933 millones en noviembre de 2019 por el entonces 89% del gestor de satélites propiedad de Abertis. A su vez, el valor de mercado de Hisdesat podría rondar los 150 millones de euros, según estimaciones del sector. Por lo tanto, una posible compra de Hispasat e Hisdesat por parte de Indra se acercará a los 1.250 millones de euros.
Pese a que los consejeros de Indra serán los que analizarán y, en consecuencia, podrían aprobar o tumbar este jueves la adquisición o no de las referidas empresas, el balón se encuentra desde el primer momento en el tejado del Gobierno. De hecho, el brazo empresarial del ejecutivo actúa como accionista relevante en todas las sociedades implicadas en la transacción.
Por un lado, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) controla el 28% de Indra. En Hispasat, la fuerza pública es mayor que en la tecnológica, ya que la Sepi dispone del 7,41% de la empresa satelital, mientras otro 2,91% está en manos de Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación de España (CDTI), Entidad Pública Empresarial dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. Además, los tentáculos del Ejecutivo también se extienden en Hispasat a través del 20% que la Sepi ostenta en Redeia, sociedad que a su vez controla el 89,68% de Hispasat.

El peso público de Hisdesat también es mayoritario, una vez que se trata de un operador de servicios gubernamentales por satélite, con actividades en las áreas de defensa, seguridad, inteligencia y asuntos exteriores. En concreto, el 43% del capital de Hisdesat pertenece a Hispasat y el 30% corresponde a la sociedad pública Isdefe, perteneciente al Ministerio de Defensa. A los anteriores se suman Airbus Defence & Space (15%), la propia Indra (7%) y la ingeniería Sener (5%). De todo lo anterior se desprende que la decisión de Indra de comprar Hispasat o adquirir su participada Hisdesat se cocina en Moncloa.
El futuro campeón español de la defensa no se puede entender sin un liderazgo claro en el ámbito aeroespacial
En cualquier caso, este jueves, Indra someterá a consulta de los accionistas la segregación de la sociedad Indra Sistemas para la integración de los activos en la futura Indra Espacio, tal y como acordó la compañía el pasado 18 de marzo. Con ese visto bueno de la junta, Indra podrá constituir formalmente la referida Indra Espacio S.L.U, con el mandato estratégico de convertir dicha filial en el nuevo gigante espacial español. Eso ocurrirá el próximo 1 de julio, con su correspondiente inscripción en el Registro Mercantil de Madrid.
La misión de Indra Espacio consiste en integrar bajo una única cabecera las capacidades dispersas del país en el sector espacial para así promover alianzas con otras compañías europeas y con el reto de generar ingresos superiores a los 10.000 millones de euros en el horizonte de 2030, según estimaciones desvelada por Indra durante la presentación del plan estratégico.
Compromiso estratégico
La presión de Indra para crecer en el negocio satelital es máxima, una vez que el asunto formó parte del Plan Estratégico de la compañía 2024-2026, bautizado Leading the Future. En ese mismo catálogo de compromisos, la empresa ya contemplaba destinar las tres cuartas partes de su presupuesto en compras y adquisiciones en transacciones ligadas a los sectores de la defensa y aeroespacial, con el foco puesto en España, pero también en Europa, Oriente Medio y EEUU.
Este periódico ha contactado con fuentes de Indra e Hispasat, sin poder confirmar el estado de las negociaciones. También con Redeia, quienes han indicado que, "de concretarse alguna oferta, se analizará en el consejo con el criterio de encaje estratégico y de generación de valor para los accionistas".Otras fuentes apuntan que esta misma semana podrían trascender los nombres de las posibles operaciones de adquisición en el ámbito de las comunicaciones satelitales. Así, los analistas consultados por este periódico recalcan que el futuro campeón español de la defensa no se puede entender sin un liderazgo claro en el ámbito aeroespacial. De hecho, desde hace justo dos años, el Ejército del Aire pasó a denominarse Ejército del Aire y del Espacio, "con el fin de adaptar la realidad militar hacia un entorno en plena evolución de los dominios aéreo y ultraterrestre en uno único, el aeroespacial", según se justificó el Gobierno en
La compañía suma nuevos contratos
Indra ha resultado adjudicataria de un contrato valorado en 1,6 millones de euros, correspondiente a la asistencia técnica para el apoyo logístico al sistema de defensa aérea nacional y sistemas asociados, así como para los servicios de reparación y mantenimiento de los sistemas electrónicos militares. Según ha sabido elEconomista.es, Indra ha sido el único licitante de dicho contrato, cuya dotación no cuenta con fondos europeos. El sistema de contratación está basado en el modelo de Acuerdo Marco, en un procedimiento exento de publicidad. El órgano de contratación ha sido la Dirección de Adquisiciones del Mando de Apoyo Logístico del Ejército del Aire y del Espacio, del Ministerio de Defensa.