El pago con tarjeta se ha convertido en un mecanismo totalmente asimilado en nuestra vida cotidiana y, con él (y el resto de métodos de pago sin contacto) también los TPV con los que nos cobran en los comercios, independientemente del tipo que sean.
Qué es un TPV
TPV son las siglas que responden a Terminal en Punto de Venta, el aparato con el que los propietarios de las tiendas nos cobran cuando queremos pagar con una tarjeta o con nuestro teléfono móvil, por ejemplo.
Gracias a los TPV no solo se pueden cobrar las facturas: también es posible crear tickets de venta con ellos, así como generar informes de gestión del negocio con los datos que pasan por el dispositivo.
Cómo funciona
El mecanismo de los TPV es actualmente muy sencillo: suelen contar de una pequeña computadora con un software propio y un teclado en el que los dueños del comercio pueden teclear la cuantía de la compra y con el que los compradores pueden operar para pagar con la tarjeta.
Las versiones más modernas de TPV constan de lectores para las tarjetas más nuevas y para que los usuarios puedan pagar con el teléfono. Además, también tienen una ranura para poder insertar la tarjeta de crédito o débito.
Quién puede usarlo
En España, para poder usar un TPV y recibir ingresos cobrando a través de estos dispositivos es indispensable estar dado de alta en la Seguridad Social como un trabajador autónomo o bien como una empresa constituida.
Por qué Hacienda quiere controlar los TPV
Hacienda se ha propuesto revisar todos los pagos con tarjeta que tengan lugar en España para poner cerco al fraude fiscal. Por eso, el organismo está reflexionando acerca de la posibilidad de reforzar el control sobre el uso de los TPV.
En concreto, la intención de Hacienda es que solo puedan usar estos terminales las personas que estén dadas de alta en el Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE) y que se encuentren al corriente de pago con la Agencia Tributaria.