
Entre otros aspectos, los grandes empresarios y emprendedores destacan por su resiliencia a seguir sacando adelante nuevos proyectos cuando los existentes no funcionan como se esperaba, sin embargo, hay veces que hay que saber parar o por lo menos variar el enfoque de lo que uno hace, cosa que Guillermo Söhnlein, parece no haber entendido.
Guillermo Söhnlein es un empresario estadounidense más conocido por ser el cofundador de OceanGate, quien para que no lo sepa es la compañía que ofrecía un viaje en submarino para conocer los restos del Titanic.
Fue hace unas semanas que desgraciadamente, este sumergible llamado Titán implosionó debido a la alta presión del agua, provocando la muerte instantánea de los cinco pasajeros que iban en él. Con las investigaciones, se descubrió que este submarino funcionaba con una tecnología poco puntera, por ejemplo, se controlaba con un antiguo mando para jugar a videojuegos en el ordenador.
Tras esta desgracia, la popularidad de OceanGate y de sus viajes millonarios, cayó por los suelos lo que ha llevado a Söhnlein a enfocarse en otro negocio. Está claro que a este empresario le gustan los grandes y peligrosos retos y por ello, tal y como contó en una entrevista a Insider, planea establecer la primera colonia humana en Venus.
Bajo el nombre de Humans2Venus, la idea es que para 2050 haya alrededor de 1.000 personas viviendo en este planeta, aunque en realidad sería en una estación espacial en la órbita de este planeta debido a que tanto la presión como la temperatura ahí es menor.
Los expertos señalan que el planeta más cercano con las mejores condiciones para colonizar es Marte, sin embargo, este proyecto es el objetivo de Elon Musk, por lo que Söhnlein ha tenido que buscarse otra alternativa.
Y ante aquellos que cuestionan la idea y ponen el ejemplo del sumergible Titán como barrera para que su compañía lleve a cabo este proyecto, el empresario responde: "No creo que eso deba tener una connotación negativa porque casi se podría argumentar que es un elemento crítico para que la humanidad avance", para después añadir "Si no tuviéramos gente así, probablemente todos seguiríamos en cuevas".
Lo cierto es que no le falta razón, ya que para que nuestra sociedad avance es necesario que haya personas con ideas intrépidas y dispuestas hasta a jugarse la vida para progresar. No obstante, debido al historial de Söhnlein, es mucho más probable que los voluntarios sean más escépticos, ¿tú te montarías en una de sus naves?
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