
John McAfee siempre ha sido considerado uno de los niños mimados de Silicon Valley. Este magnate y programador informático, entre otras facetas, quedará siempre en el recuerdo de todos gracias a su software antivirus creado en 1987. Sin embargo, tampoco pasará desapercibida su extravagante forma de vivir la vida tras abandonar su profesión e instalarse en América Central, donde las drogas, prostitutas, armas y los arrestos estaban a la orden del día.
Antes de instalarse en Belice, McAfee fundó varias empresas a partir de la década de los 90, época en la cual ganaba alrededor de 5 millones de dólares al año. Tras dejar en 1994 la firma que había fundado -renunció a todos los cargos ejecutivos aunque conservó su participación y guardó sus acciones que más adelante vendería-, se hizo en 2003 con IntruVert Networks, compañía dedicada al desarrollo de tecnología de prevención de ataques de intrusión; y en 2006 se anticipó a Symantec en la compra de SiteAdvisor, un servicio que advierte a los usuarios sobre los riesgos de malware o spam al descargar software o rellenar formularios.
Sin embargo, los tiempos de bonanza económica para McAfee terminaron con la crisis financiera de 2007. Por aquel entonces, este empresario llegó a invertir la mayoría de su fortuna en el ladrillo, concretamente en un negocio inmobiliario de compraventa de mansiones. Pero no le salió bien. Este crack provocó un bajón considerable de su fortuna, pasando de 100 a 'solo' 4 millones de dólares.
Sin duda, un revés ante el que McAfee decidió cambiar de aires y poner rumbo a América Central. Pero antes de eso, en 2009, creó Tribal Voice, que desarrolló uno de los primeros programas de mensajería instantánea PowWow. En 2010 comenzó una nueva etapa enfocada en el campo de la detección de quórum bacterianos bajo el nombre de QuorumEx, cuya sede residía en Belice, aunque finalmente se disolvió en 2012. También en ese año, Intel, el mayor fabricante mundial de microchips, anunció la compra de McAfee, que al mismo tiempo ya había anunciado la inversión en empresas especializadas a su vez en seguridad de dispositivos móviles, como tenCube y Trust Digital.
Oscuro final
En el documental estrenado por Netflix el pasado 24 de agosto, Vivir sin freno: El turbulento mundo de John McAfee, se recogen varios episodios turbulentos del empresario: desde ser un fugitivo buscado por el supuesto asesinato de su vecino hasta sus fiestas con drogas, armas y prostitutas en superyates, además de la extradición por evasión de impuestos. Según el Washington Post, John McAfee fue arrestado 21 veces en 11 países diferentes por delitos relacionados con tráfico de drogas, entre otros motivos.
Todas estas turbulencias se iniciaron en 2012 con el asesinato de Greg Faull, vecino de John McAfee. Según el documental, McAfee y Faull se habían peleado en 2012 por el comportamiento de los cuatro perros de McAfee, que acosaban al loro de Faull. Los perros de McAfee fueron envenenados y asesinados, y un día después, Faull fue encontrado muerto, con un disparo en la cabeza. A partir de ahí, el empresario comienza su huida junto con su novia Sam.
Sin duda, el elevado consumo de drogas empezó a pasarle factura a un John McAfee que cada vez se le notaba una mayor crisis de salud mental. ¿Quería atraparlo un cártel de la droga? ¿Instaló en realidad tecnología de pulsación de teclas en los ordenadores de las autoridades para saber que le perseguían? ¿Realmente mató a su padre como sugiere?
Aparte de esto, McAfee presentó dos candidaturas a la presidencia de los Estados Unidos, en 2016 y 2020. El conocido empresario se autoproclamó libertario, defendiendo la despenalización del cannabis, el fin de la guerra contra las drogas y una economía de libre mercado que no redistribuya la riqueza, entre otras cosas. Fiel defensor de las criptomonedas, McAfee llegó a decir en 2017 que el precio del bitcoin alcanzaría los 500.000 dólares en tres años, algo que no ha ocurrido ni de lejos.
Teorías conspiratorias sobre su muerte
En una de sus tantas huidas, McAfee llegó a Barcelona, donde fue nuevamente detenido el 5 de octubre de 2020 en nombre del Departamento de Justicia de Estados Unidos por evasión de impuestos y un esquema fraudulento de "pump and dump" de criptomonedas. Durante esa época, McAfee vivió la mayoría del tiempo en un aparthotel low cost de Cataluña donde tenía varios ordenadores minando bitcoins.
En junio de 2021, John McAfee fue encontrado muerto en una cárcel catalana, un día después de que el Tribunal Supremo aprobase su extradición a los EEUU, donde era buscado por supuestos delitos fiscales. Curiosamente, su tercera mujer, Janice McAfee, asegura que su muerte no fue un suicidio e, incluso, se atrevió a decir que John seguía vivo y que se había puesto en contacto con ella. Sin embargo, y según confirma Reuters, su cuerpo permanece en un depósito de cadáveres español un año después de su muerte, y aún no se ha resuelto una causa judicial de su esposa para exigir nuevas comprobaciones.
Según el periodista que realizó su documental, McAfee murió arruinado como consecuencia de haber gastado su fortuna en lujosas mansiones. "Mis decisiones fueron las mismas que cualquier persona normal hubiera tomado. Creo que tú hubieras hecho lo mismo en esas circunstancias", declara McAfee en el inicio del documental.