
Cuadrados con fondo gris, amarillo y verde. 5 letras. Una palabra que adivinar en seis intentos. Así de sencilla es la premisa de Wordle, un juego que nació como un regalo privado hace hoy un año y que se ha convertido en una aplicación con millones de jugadores en todo el mundo y decenas de imitadores.
El juego lo creó el ingeniero informático Josh Wardle como un regalo para su pareja, con el objetivo de resolver un acertijo cada día. Este domingo es la edición número 365 de la aplicación... aunque la palabra elegida para la ocasión ha levantado algunas iras en redes sociales.
Aunque durante los primeros meses fue un juego privado, Wardle lo hizo público en octubre de 2021 y su popularización fue exponencial. A primeros de noviembre de ese año, se calcula que el juego contaba con unos 90 usuarios diarios, que se convertirían a 300.000 el 2 de enero de 2022 y crecería hasta los 2 millones apenas una semana después. En su pico máximo, se estima que alcanzó los tres millones de jugadores al día - en su versión original en inglés.
La facilidad de las normas, su similitud con otros juegos ampliamente conocidos - como el programa de televisión Lingo o el juego de mesa Mastermind , el componente social que implica competir con los amigos y la limitación de poder jugar una sola partida al día que apenas llevase unos minutos fueron las claves de su éxito.
Este éxito le granjeó el interés de The New York Times, quien compró la aplicación a finales de enero de este año por una cuantía de siete cifras que no se concretó, es decir, por al menos un millón de dólares. La operación le salió redonda, y en sus resultados trimestrales publicados en mayo anunciaba que la compra del juego había traído "decenas de millones de nuevos usuarios" al medio.
Ni que decir tiene que, como cualquier programa con éxito, surgió rápidamente una legión de imitadores. Algunos simplemente para saltarse la limitación diaria, otros para adaptarlos a diferentes idiomas o con un número de letras personalizado, algunos para facilitar la creación de juegos con la palabra elegida por el usuario y que se lo propusiese a sus amigos, ... Y finalmente dio el salto a otras disciplinas más allá del vocabulario: adivinar operaciones matemáticas, reconocer películas gracias a fotogramas, identificar canciones con apenas unas notas musicales, adivinar un país a partir de su silueta...
Por tanto, resulta imposible calcular cuántos usuarios juegan cada día al Wordle original o a alguna de sus centenares de variantes. Además, The New York Times no proporciona datos al respecto. Pero de lo que no cabe duda es que, un año después, muchos grupos de WhatsApp siguen amaneciendo con una ristra de cuadrados con fondo gris, amarillo y verde.