Tecnología

Un móvil elegante con las mejores cámaras selfies del sector: probamos el Vivo V23

  • Es la nueva apuesta del fabricante chino en España
  • Tiene dos cámaras para selfies, con iluminación integrada
  • La trasera cambia de color con la luz

El nuevo Vivo V23 refleja perfectamente las prioridades de la marca, con un diseño muy llamativo y unas cámaras, especialmente en el frontal con un sistema doble de selfies.

La estrategia de Vivo para España puede parecer un poco extraña, pero es difícil ponerle pegas si parece que está funcionando. La marca china no ofrece todos sus dispositivos en nuestro país, y en concreto echamos en falta los modelos 'Pro' y 'Plus', los más punteros que tiene y que sí han llegado a otros mercados con buenas críticas.

Con el nuevo V23, la historia se repite, ya que no recibiremos el V23 Pro con el que fue anunciado el pasado mes de enero; encima, este V23 llega a un sector muy competitivo, y con un precio de 499 euros que, sobre el papel, puede parecer excesivo teniendo en cuenta el hardware. La apuesta de Vivo es diferente, implementando detalles y tecnologías muy originales y llamativas que lo diferencian del resto.

No, no es un iPhone

Pero primero, vamos a quitarnos de encima lo más evidente: este Vivo V23 se parece mucho a los nuevos iPhone, tal vez demasiado. El concepto es el mismo, con unos bordes planos y metálicos que bien podrían haber sido extraídos directamente de un iPhone 13; en determinados ángulos son prácticamente indistinguibles. Para colmo, en el frontal vemos el típico 'notch' o muesca popularizada por el iPhone X y que desde entonces está en todos los móviles nuevos de Apple; al menos, en este Vivo es más pequeño y en general los bordes de la pantalla son muy finos (aunque no tanto como en un iPhone).

En la mano, la sensación de calidad es muy parecida. Tenemos una trasera de cristal tratada con una capa de microcristales que mantiene el tacto 'premium' pero con un aspecto muy bonito. Los bordes metálicos atraen la mirada y se nota muy bien, gracias a que están fabricados en aluminio. Pero lo mejor es que el móvil se nota recio en la mano, y la calidad de fabricación está fuera de toda duda. Es un gran cambio respecto a los móviles de plástico que aún nos encontramos en este rango de precios.

Sólo pequeños detalles nos indican que se trata de un Vivo, como la posición de los botones o el puerto USB-C en la parte inferior, el mismo sitio en el que encontramos la ranura SIM (que es dual) y el altavoz inferior. Pero de lejos, no debería extrañarte si te preguntan si te has comprado un iPhone.

Esto se puede tomar de dos maneras. Por una parte, podríamos criticar la falta de originalidad, que recuerda a aquella era oscura en la que los fabricantes de móviles Android simplemente copiaban el último iPhone. Pero por otra, tenemos que rendirnos a la evidencia: este es el móvil Android más elegante en este rango de precios; es capaz de llamar la atención como ningún otro, y cuando lo llevas te hace sentir más especial. No se si eso pone mal al resto del sector Android (aunque tengo que decir que está mejorando), pero por ahora, es lo que hay.

Cambia de color

Además, no todo es una copia del iPhone. Vivo tiene un as en la manga, un elemento que lo diferencia no sólo del móvil de Apple, sino también de otros móviles Android: una trasera con efecto fotocromático. En otras palabras, eso significa que cambia de color cuando le da la luz del sol, y por lo tanto, básicamente tienes dos colores en uno.

Por defecto, el móvil tiene un aspecto dorado muy llamativo, que reacciona a las sombras y a la luz; pero si lo usamos durante un tiempo al aire libre, puede que notemos que, poco a poco, va cambiando de color. Cuando termina el proceso, la trasera pasa a ser de un color azul precioso, por lo que en ambos 'modos' el móvil es bonito.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que esto no es un 'botón' que cambia de uno a otro; la mayor parte del tiempo el móvil estará entre los dos estados, ni dorado ni azul sino una mezcla, e incluso puede que notes tonalidades verdosas de vez en cuando. Incluso dejando el móvil en el interior en una mesa puedes notar que algunas partes no son completamente doradas. Pero creo que eso es bueno, porque significa que el móvil siempre será diferente cada vez que lo mires.

No toda la trasera cambia. El conjunto de cámaras no ha sido tratado de la misma manera, y no estoy seguro de si es una decisión consciente de diseño o una dificultad técnica, pero no creo que sea molesto. Es cierto que es algo raro que sólo esa parte se quede en color dorado cuando el resto de la trasera es azul, pero el contraste funciona muy bien. Además, los bordes tampoco cambian de color y siguen quedando bien.

Este es el típico 'truco' que llamará mucho la atención de cualquiera al que se lo enseñes por primera vez (o por segunda vez). Además, me ha gustado que funcione incluso si ponemos la funda de poliuretano transparente que viene incluida en la caja.

El mejor para tomar selfies

Vivo se ha hecho un nombre en el sector principalmente por su apuesta por la fotografía. Modelos como el Vivo X60 Pro han destacado respecto a sus rivales por los buenos sensores integrados, y el Vivo V23 no es una excepción; sin embargo, aunque las cámaras traseras son buenas, donde realmente destaca es en las cámaras frontales, o cámaras selfies.

El mencionado 'notch' en la pantalla no está ahí para imitar a Apple, sino para alojar dos grandes cámaras que superan ampliamente a la mayoría de los smartphones del mercado, sin importar el rango de precios. La cámara selfie principal tiene una resolución de nada menos que 50 MP, algo raro en el sector y que demuestra hasta qué punto Vivo ha apostado por la fotografía. Como era de esperar con esa base técnica, las selfies que podemos sacar son excepcionales, y en este Vivo V23 podemos sacar selfes tan buenas como si estuviésemos usando las cámaras traseras de cualquier otro móvil. El sensor tiene autofoco, así que siempre estamos enfocados sin importar la situación o dónde nos estemos fotografiando.

No sólo eso, sino que también tenemos una segunda cámara selfie, que no es muy común. Se trata de un gran angular, que es capaz de cubrir un ángulo de 105 grados; así que es ideal para hacernos fotos en grupo y que salga todo el mundo, uno de los grandes problemas de las selfies que suelen tener ángulos muy limitados. Lo malo es que la resolución de 8 MP supone una clara caída en calidad respecto a la cámara principal, pero aún así, es bueno tener esta opción si la necesitamos.

La guinda del pastel la tiene la iluminación frontal integrada. Normalmente, hacerse una selfie puede ser algo difícil si no tenemos la iluminación correcta, por ejemplo, si nos la hacemos de noche; la mayoría de móviles suele depender de la propia pantalla para iluminarnos. Este Vivo V23 tiene un sistema de doble flash frontal, dos luces que se encienden a cada lado de las cámaras en situaciones de baja luminosidad o cuando las activamos desde la app de la cámara. Suponen una gran ayuda, y aunque no son lo suficientemente potentes para iluminar escenas completas, para iluminar nuestras caras, que es lo que queremos, sí lo son.

Curiosamente, las cámaras traseras no brillan tanto como las frontales, aunque no son malas. La cámara principal usa un sensor de 64 MP que probablemente es el mismo que usan otros smartphones similares, ya que los resultados son parecidos: no son los peores pero tampoco los mejores, y no ayuda que no tenga ningún tipo de estabilización ni nada especial. Las fotos que podemos tomar sólo cumplen lo mínimo que podemos pedir a estas alturas, y no destacan ni en el tratamiento de las sombras ni en la nitidez. Digamos que serán capaces de capturar nuestros recuerdos, pero nos costará tomar fotos que realmente sean dignas de recordar.

Tal vez por esto duele tanto que Vivo no haya lanzado la versión 'Pro' de este V23 en España, ya que aquel modelo tiene un sensor principal de 108 MP que, al menos, podría haber obtenido fotos más nítidas y llamativas.

En la trasera también tiene una lente gran angular de 8 MP, y los resultados son parecidos al gran angular del frontal. Por último, una cámara macro de 2 MP que tiene tan poca importancia que es imposible de encontrar en la app de cámara.

Básico en hardware

A estas alturas del artículo debería ser evidente que Vivo ha invertido mucho en el diseño y en las cámaras selfies, así que el lector no debería sentirse extrañado por lo que voy a decir a continuación: en el resto de aspectos técnicos, el Vivo V23 no destaca mucho.

La pantalla, por ejemplo, es buena pero no destaca especialmente en nada. Con un tamaño de 6,44 pulgadas, es de tecnología AMOLED y ofrece una buena nitidez y calidad de imagen, con un rendimiento decente en contenido HDR. Aunque los colores podrían estar mejor representados (los rojos sufren especialmente), y el brillo podría ser mejor, en general es una experiencia más que decente. No puedo decir lo mismo del sonido; es imperdonable que en este rango de precios Vivo haya incluido sólo un altavoz, el de la parte inferior del dispositivo. Aunque es relativamente potente, por sí solo no es capaz de ofrecer una buena experiencia.

La frecuencia de refresco de la pantalla se queda sólo en los 90 Hz, por lo que es rápida pero no tanto como otras alternativas. En el interior, Vivo ha optado por un procesador Dimensity 920 de Mediatek, gracias a lo cual tiene conectividad 5G. En potencia no sorprenderá a nadie, especialmente cuando hay móviles que se pueden conseguir por precios similares y con procesadores más potentes, pero al menos no es un móvil lento; en videojuegos es donde puedes encontrarte más problemas, y no es raro encontrarse con bajadas de frames en momentos clave.

Al menos, este es un chip muy eficiente, y el móvil no se calienta en absoluto incluso cuando estamos jugando, y la batería de 4.200 mAh durará más de lo que podrías pensar por su capacidad. Tiene carga rápida, pero se queda 'sólo' en los 44 W; al menos, el cargador viene incluido en la caja.

Por supuesto, parte de la culpa de esta buena experiencia está en el software de Vivo; su capa, llamada FunTouch OS, ha sido actualizada con el lanzamiento de Android 12, y aunque intenta no alejarse mucho de la experiencia pura de Android, sí que incluye cambios en animaciones y diseño que lo hacen más original sin ser completamente diferente. Por ejemplo, en el menú de aplicaciones nos encontramos una sección de "Aplicaciones recomendadas" que cambia dependiendo de lo que hayamos usado o instalado. También la atención el nuevo diseño de las notificaciones, aunque los iconos cuadrados del panel de control no casen muy bien con los iconos redondos usados en el resto del sistema. Da la sensación de que Vivo aún está buscando su propio estilo.

Lamentablemente, Vivo no aclara cuántos años de actualizaciones ofrecerá en el Vivo V23, aunque el hecho de que venga con Android 12 por defecto es un buen indicador.

Un buen móvil con un par de puntos fuertes

Tal vez la mayor crítica que le puedo hacer al Vivo V23 es que parece algo desequilibrado. Por una parte, tenemos unas cámaras selfies excepcionales y un diseño 'premium', pero también un hardware más propio de un móvil que cuesta al menos 100 euros menos. Todo es cuestión de cuáles son tus prioridades.

El diseño es probablemente el apartado que más discusión provocará, y todo depende de hasta qué punto aprecias la originalidad. Pese a las evidentes semejanzas con el iPhone, personalmente me gusta mucho la calidad de construcción y los materiales usados; el efecto fotocromático es llamativo y la guinda del pastel. En esos aspectos, es un móvil que parece más caro de lo que realmente es, aunque para ello haya tenido que hacer sacrificios.

El Vivo V23 ya está disponible en España por 499 euros.

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