
El nuevo Xiaomi 12 representa un giro completo en la política de Xiaomi, que parece más interesada en luchar contra las marcas más prestigiosas del sector que en seguir manteniendo la imagen de marca 'barata'.
Una simple comparativa del Xiaomi 12 con el Xiaomi Mi 11 del año pasado refleja esto perfectamente. El nuevo modelo es 50 euros más caro, con un precio de 799,99 euros, pese a que usa una pantalla mucho más pequeña de sólo 6,28 pulgadas, en contra de las tendencias actuales y una bajada notable de las 6,80 pulgadas del modelo anterior.
Sobre el papel, eso debería hacer de este Xiaomi 12 un modelo mucho menos atractivo, una 'traición' a los clientes más fieles de la compañía que buscan modelos potentes y completos, pero que cuesten menos que la competencia. Pero es importante comprender que este no es un simple cambio a peor; es un cambio completo de filosofía que hace de este Xiaomi 12 un móvil capaz de competir contra iPhones, Galaxys y más.
Así es el Xiaomi 12
Como ya hemos comentado, el Xiaomi 12 es un móvil más pequeño de lo habitual, con una pantalla de 6,28 pulgadas, y eso se traduce en un peso (180 gramos) y un tamaño físico (153 x 70 x 8 mm) muy reducidos.
De hecho, el Xiaomi 12 es el móvil premium más fácil de coger con una mano que he probado hasta ahora. Toda la pantalla se puede cubrir perfectamente con el pulgar, así que no tenemos que usar la otra mano para coger el móvil y pulsar con el índice, como ocurre con la mayoría de móviles de este rango.

Por encima de todo, lo mejor del Xiaomi 12 es la calidad de la construcción, que lo pone por encima de muchos otros móviles considerados 'premium'. La sensación en la mano es de un producto que ha sido diseñado a conciencia, que no sigue las modas sino que las impone. Lo que voy a decir puede sonar extraño, pero me ha dado la misma sensación que un iPhone, pese a que el diseño es completamente diferente, empezando por la pantalla de bordes curvos protegida con Gorilla Glass Victus. Pero vaya pantalla que es, tanto en términos técnicos como de diseño.
Los bordes se unen de manera perfecta con los del dispositivo, que tienen un acabado lacado muy elegante y agradable al tacto; y a su vez esta parte se une sin bordes a la trasera del dispositivo, la parte que más me ha llamado la atención. Xiaomi y Corning nos dicen que la trasera está cubierta de Gorilla Glass 5 y por lo tanto, se supone que es cristal, pero no da esa sensación en absoluto; gracias al acabado rugoso, más bien parece metal, tanto a la vista como al tacto. Con esa rugosidad, este es uno de los pocos móviles con cristal que podemos usar sin funda perfectamente, sin miedo a que se nos resbale (aún así, Xiaomi incluye la típica funda transparente de todos los móviles chinos).
Realmente da la sensación de que Xiaomi ha invertido mucho en el diseño de esta nueva generación de smartphones. A su lado, el Xiaomi Mi 11 parece de juguete, y en ninguna parte es más evidente que con el conjunto de cámaras, que opta por un diseño mucho más elegante, aunque la protrusión sea mayor que nunca y haga que el dispositivo se quede 'cojo' cuando lo ponemos en la mesa.
El diseño no sólo es bonito, también es funcional. Además de la facilidad de uso, Xiaomi también ha tenido en cuenta la calidad de sonido con el sistema de altavoces estéreo, desarrollado con Harman/Kardon. En vez de usar el altavoz del teléfono como la mayoría, tenemos un segundo altavoz dedicado en la parte superior para un sonido más equilibrado.

Es precisamente por estos detalles tan buenos que me fascina que este móvil no tenga ningún tipo de certificación IP de protección contra el agua y el polvo; y Xiaomi sigue sin decirnos exactamente hasta qué punto podemos mojarlo, algo que ya es inaceptable en este rango de precios. Da la sensación de que Xiaomi se ha quedado a un paso de hacer un móvil con una calidad de construcción intachable.
Técnicamente puntero
Que el relativamente pequeño tamaño del móvil no te engañe: este es un dispositivo puntero tecnológicamente hablando. Sí, la pantalla es de 'sólo' 6,28 pulgadas (no hace mucho eso era enorme), pero es un panel AMOLED de alta calidad y de los mejores que hemos visto. La resolución es excepcional, y hace que todos los elementos de la interfaz sean extremadamente nítidos, además de los juegos y aplicaciones que usemos. La frecuencia de refresco es de 120 Hz, y se ajustará automáticamente dependiendo del contenido que reproduzcamos; la tasa de muestro táctil es de 480 Hz, y en mis pruebas siempre ha respondido bien a mis toques.
Pero sin duda alguna, la mayor innovación de este panel es que es el primero del sector capaz de mostrar 12 bits de profundidad de color, frente a los 10 bits habituales en la industria. Eso puede no parecer mucho, pero es ideal para reproducir contenido con Dolby Vision, capaz de mostrar hasta 68.000 millones de colores al mismo tiempo. Los resultados son espectaculares, aunque es difícil encontrar contenido capaz de aprovechar semejante cantidad de colores, al menos, por ahora.

El sacrificio, tal vez, está en el brillo; este no es el panel más brillante que he usado, pero eso no significa que sea malo en ese sentido. Aún así, ha conseguido mostrar contenido en HDR de alta calidad sin muchas dificultades, con un contraste perfecto, unos negros profundos y sin artefactos visuales. Tal vez la calibración de los colores podría haber sido mejor en la unidad que he probado, que ha dado prioridad a los tonos más verdosos, pero por lo demás, es difícil encontrar fallas.
Este no es el único componente puntero que nos encontramos en el Xiaomi 12. En el interior tenemos el procesador para Android más potente hasta ahora, el Snapdragon 8 Gen 1, y su implementación puede ser la mejor que he probado hasta ahora. En mis pruebas, ha conseguido buenas puntuaciones y más importante, la sensación siempre ha sido rápida en todo tipo de tareas.
Pero lo más importante es que lo ha hecho sin calentarse demasiado. En dispositivos con procesadores potentes como el Realme GT 2 Pro (que usa el mismo Snapdragon) y el Galaxy S22, hemos visto que uno de los grandes problemas es la disipación de calor. En el Xiaomi 12, aunque es cierto que se calienta un poco en videojuegos, no ha llegado al punto en el que sea molesto, al menos no más molesto que un móvil de la pasada generación. Este es un gran punto positivo y algo que me ha sorprendido dado el reducido tamaño del móvil (que conlleva un área menor para disipar el calor).
Lamentablemente, durante la realización de mis pruebas saltó la noticia de que Xiaomi podría estar 'falseando' la potencia de sus móviles en ciertas apps como Geekbench que muestran puntuaciones basadas en el rendimiento. Es algo que Samsung ya hizo con sus Galaxy S22 y en respuesta tuvo que pedir perdón y lanzar una actualización que dará más opciones a los usuarios. Por el momento, Xiaomi no ha realizado declaraciones semejantes, y aún está por ver hasta qué punto le afectará este escándalo.
Siendo sincero, toda esta polémica no ha afectado a mi experiencia de uso real con el Xiaomi 12. Puede que las apps de 'benchmarks' se hayan visto afectadas, o puede que no, pero a la hora de la verdad, de usar el móvil como un usuario normal, he notado un dispositivo rápido. En videojuegos exigentes como Genshin Impact, la experiencia ha sido buena, aunque con algunos 'saltos' algo molestos en algunas situaciones; por lo demás, no he tenido muchos problemas.

Seguro que también ha ayudado la nueva versión de la capa de software de Xiaomi, MIUI 13 basada en Android 12. Aunque estéticamente sea prácticamente idéntica a la pasada generación, Xiaomi afirma que todo el trabajo se ha realizado a nivel interno para conseguir una mejor gestión de los recursos como la memoria RAM, eliminando tareas en segundo plano que no necesitamos. También se han implementado mejoras en el almacenamiento con el objetivo de mejorar su vida útil. En lo que respecta a funciones exclusivas, no hay muchas novedades respecto a las pasadas versiones, y sigue manteniendo ese estilo único respecto al resto de móviles Android, claramente inspirado en la manera en la que los iPhone hacen las cosas.
La mejora en la gestión de recursos también viene con mejoras en la batería, por supuesto. El Xiaomi 12 viene con una batería de 4.500 mAh, que no es grande para el sector pero que es sorprendente para el tamaño del dispositivo. Aún así, no hay mucho de donde sacar, y la duración de la batería es tal vez su punto más débil comparado con móviles similares. Al menos, tenemos carga rápida, con el cargador de 67 W incluido en la caja y que es capaz de cargar al 100% en apenas tres cuartos de hora.
Buenas cámaras
Las cámaras son otro aspecto en el que podríamos pensar que hemos perdido respecto a la pasada generación, ya que el sensor principal es de sólo 50 MP frente a los 108 MP del Xiaomi Mi 11. Sin embargo, en fotografía hay otros factores más importantes que la resolución del sensor, y este móvil lo demuestra, ya que es de una calidad muy superior. Se trata del Sony IMX766 que tantas alegrías ha dado en otros smartphones, y que aquí vuelve a ofrecer una imagen nítida y clara en todo tipo de situaciones. Con una buena iluminación, es de las mejores capturando detalles, y con poca iluminación obtiene resultados sorprendentes. Es especialmente buena con el modo retrato, capturando perfectamente elementos como los pelos sueltos que tengamos. Los tonos obtenidos también son realistas, si bien un poco saturados.

Normalmente el resto de las cámaras no serían dignas de mención, pero tengo que decir que el gran angular de 13 MP es mejor de lo que esperaba, si bien no es capaz de mostrar tanta luminosidad, y que la lente macro es capaz de capturar buenos detalles pese a ser de sólo 5 MP. La cámara selfie es buena, pero toma fotos demasiado 'suaves', como si nos hubiéramos pasado vaselina por la cara, algo que no he conseguido arreglar incluso quitando los filtros de belleza que vienen puestos por defecto. En grabación de vídeo, Xiaomi presume de ProFocus, una tecnología de enfoque automático que es capaz de detectar los sujetos que estamos grabando para que siempre estén enfocados. En la práctica, he notado cómo el vídeo 'se mueve' para mantener siempre a la persona lo más cerca del centro como sea posible, aunque los resultados variarán mucho entre toma y toma. Da la sensación de que es de esas cosas a las que merece la pena dedicarles algo de tiempo para obtener el mejor resultado.
Algo diferente, algo premium
Xiaomi ha sido muy valiente al presentar el Xiaomi 12. En vez de apelar a su clientela habitual, ha optado por apuntar más arriba, con un móvil que hace muchos sacrificios, especialmente en el tamaño, para obtener unos acabados de lujo, un diseño de calidad y un hardware a la altura.
Es cierto que el Xiaomi 12 no es barato comparado con la competencia. El Realme GT 2 Pro que probamos recientemente, por ejemplo, usa el mismo procesador, la misma cámara principal (pero con un gran angular muy superior) y tiene una pantalla más grande, y la guinda del pastel es que cuesta 50 euros menos. Pero no ofrece la misma sensación premium que el Xiaomi 12, no es tan fácil usarlo con una mano, y no tiene tantos detalles de calidad; todo eso se paga, y en ese sentido, 50 euros no son tantos.
El Xiaomi 12 ya está disponible en la tienda oficial por 799,99 euros.