Peter Thiel, una de las figuras más polémicas de la junta directiva de Facebook, no seguirá en la compañía ahora conocida como Meta, y dará prioridad a su faceta más política.
Thiel es ahora más famoso por la cantidad de titulares contenciosos que ha protagonizado en los últimos años, pero viene bien recordar que fue el cofundador de PayPal, el servicio de pagos online que ahora domina el sector. Gracias a las ganancias que obtuvo, se convirtió en uno de los mayores inversores del sector tecnológico, apostando por startups que, en muchos casos, llegaron a tener mucho éxito.
Facebook fue una de esas 'startups'. Thiel fue un inversor temprano en la red social, y de él se ha llegado a decir que fue el primero que realmente se dio cuenta de lo que Mark Zuckerberg estaba creando. Desde entonces, ha permanecido en la junta directiva, incluso en momentos muy duros para la compañía como el escándalo de Cambridge Analytica. Pero Thiel también tuvo su propia ración de escándalos, como cuando protagonizó portadas de tabloides al revelarse que había apoyado financieramente al luchador Hulk Hogan, en su cruzada contra los medios de Gawker Media por publicar vídeos en los que era infiel a su esposa.
Thiel no sólo ha invertido en tecnología, también en política, convirtiéndose en uno de los principales defensores y consultores del ex presidente Donald Trump. De hecho, el motivo por el que ahora se va de Meta es precisamente para continuar ese apoyo: Thiel se centrará en apoyar a candidatos del partido republicano comprometidos en continuar las políticas de Trump en las próximas elecciones de medio mandato de los Estados Unidos.
En la nota de prensa del anuncio, Peter Thiel afirma que ha sido "un privilegio trabajar con uno de los grandes emprendedores de nuestro tiempo, Mark Zuckerberg"; el CEO de Meta, a su vez, elogia a Thiel como un "pensador original que puede traerte los problemas más difíciles y darte las sugerencias más únicas".
Esta salida llega en un momento algo complicado para Meta, que la semana pasada confirmó que, por primera vez en su historia, la red social Facebook había perdido usuarios diarios, lo que se tradujo en una caída en picado en el valor de las acciones. Además, confirmó que la salida de Facebook de Europa era una posibilidad, si el trasvase de datos de usuarios a los EEUU ya no se permitía.