
Corsair se ha metido de lleno en el sector de los monitores gaming con un producto de una calidad sorprendente para un 'novato'.
Claro, que tal vez tenemos que ponerle más comillas a 'novato', porque Corsair ya lleva años expandiéndose más allá de su nicho, creando todo tipo de componentes de ordenador como refrigeración, cajas, teclados y más.
Básicamente, te puedes montar un ordenador sólo con marca Corsair, y ahora también se expande al monitor. Este 32QHD165 se vende por 799,90 euros, y promete una gran pantalla de 32 pulgadas, muy rápida y con un buen tratamiento de colores, pero ¿lo consigue?
Entrando con fuerza
El 32QHD165 es el primer monitor de Corsair, y eso se nota en algunos aspectos, pero no en otros. En concreto, creo que hay cosas que mejorar en todo, excepto en el monitor en sí.
Que Corsair no ha vendido monitores hasta ahora es evidente cuando tenemos que montarlo e instalarlo, un proceso más complicado y laborioso de lo habitual; el mero hecho de sacarlo de la caja es más difícil de lo que debería, y lejos del proceso intuitivo que he disfrutado en marcas como LG, Dell o Razer. Además, es uno de los pocos monitores actuales que aún requieren usar un destornillador para unir la peana al panel, así que será mejor que tengas uno a mano.

En cuestión de diseño, este no es el monitor más llamativo. El panel en sí no tiene nada destacable aparte del logotipo trasero, y por no tener, no tenemos ni iluminación RGB, todo un 'imprescindible' en el sector gaming. Donde Corsair parece haber echado el resto es en la peana, que tiene un diseño espectacular y muy original con una pieza 'flotante' en un color gris más claro en el frontal. Aunque pueda parecer demasiado grande, en realidad el espacio que ocupa sigue siendo útil, gracias al hueco en el que podemos dejar cosas como el móvil; es funcional y bonito, lo ideal.
Donde Corsair tal vez debería trabajar más es en los controles integrados. Los menús del OSD no son difíciles de navegar, pero se nota que Corsair no ha querido reinventar la rueda y es todo simple y familiar aunque la sensación de la cruceta no es muy agradable. Con todo, es perfectamente usable, y lo mejor es que si conectamos el monitor al ordenador por un cable USB (además del cable de vídeo), podremos usar el programa iCue de Corsair para controlar todos los aspectos del monitor desde Windows.
Además del cable USB de datos, también tenemos una conexión USB-C compatible con DisplayPort, por lo que podemos conectar un ordenador portátil y al mismo tiempo cargarlo con hasta 15 W, algo realmente útil. Por lo demás, tenemos dos puertos HDMI 2.0 y un DisplayPort 1.4.
Un panel excepcional
Cuando lo hemos instalado todo y empezamos a usar el 32QHD165 es cuando realmente descubrimos cuáles han sido las prioridades de Corsair: el panel. Estamos ante uno de los mejores paneles gaming del mercado, hasta el punto de que también es muy bueno incluso si no lo vamos a usar sólo para jugar.
Siendo Corsair una marca gaming, este monitor es perfecto para jugar a los últimos títulos. La frecuencia de refresco alcanza los 165 Hz, y aunque eso no sea lo más rápido del mercado, ni mucho menos, es suficiente para ofrecer una experiencia muy diferente a los monitores de 60 Hz que tiene la mayoría de la gente. El efecto borroso también se mantiene al mínimo, indicando que el tiempo de respuesta (lo que tarda en cambiar un píxel) es lo suficientemente bajo como para no molestar.

En juegos es donde el Corsair 32QHD165 demuestra de lo que está hecho, y realmente no importa el tipo de videojuego, porque notaremos la diferencia. En mis pruebas, me ha gustado especialmente disfrutar de juegos de carreras y de acción, en los que la mayor tasa de frames por segundo ha afectado seriamente al control y mi respuesta, pero este es un monitor que cumple en todos los géneros.
El 32QHD165 es compatible con frecuencia adaptativa, y concretamente con FreeSync Premium de AMD; pero eso también significa que podemos usar G-Sync de Nvidia. En ambos casos, eso supone decir adiós al temido efecto de "pantalla partida".
Calidad de colores
Este se trata de un panel IPS con Quantum Dot, y eso ya nos dice dos cosas: los ángulos de visión son perfectos, y tiene un tratamiento de color increíble. Corsair afirma que cubre el 98% del espectro de color DCI-P3 y el 100% de AdobeRGB, y aunque no he podido comprobarlo empíricamente, puedo confirmar que en persona los colores son profundos y muy atractivos; al principio te pueden parecer demasiado saturados, pero eso es porque, por defecto, el monitor está en modo "Creative", pero podemos cambiarlo a "Standard", o incluso a "sRGB" para unos colores más fidedignos.
Me ha llamado la atención que los negros sean más profundos de lo habitual en paneles IPS, aunque como es habitual, también sufren los problemas propios de esa tecnología y a veces notarás que no son negros "reales", sino gris oscuro.

Los colores son tan buenos, que este monitor puede ser usado perfectamente por profesionales y creativos que necesiten la fidelidad necesaria para trabajar con fotografía y vídeos. Pero si vas a usar este monitor Corsair con ese propósito, lo recomendable es calibrarlo con hardware y software profesional, ya que la calibración de fábrica deja algo que desear, o incluso usarlo sólo en configuración "sRGB".
Este monitor tiene certificación DisplayHDR 400, pero la verdad es que su comportamiento en contenido HDR es algo
¿Demasiado grande?
Lo que más me sorprendió del 32QHD165 cuando fue anunciado por Corsair fue la relación entre tamaño y resolución. Como su nombre indica, estamos ante un monitor de 32 pulgadas, realmente grande en persona, especialmente en altura; si siempre has usado monitores de 24 o 27 pulgadas, puede que te cueste acostumbrarte a tanto espacio vertical.
Digo que es sorprendente, porque este monitor tiene una resolución 2K, 2560 x 1440 píxeles, que solemos asociar más con las 27 pulgadas; es realmente raro, y en este tamaño es más habitual encontrar paneles 4K. Puede que Corsair haya intentado llamar un poco más la atención con un monitor más grande de lo habitual, ya que la competencia en las 27 pulgadas es tan dura; pero al mismo tiempo, dar el salto a las 4K no hubiera sido aconsejable.
La resolución 2K es la ideal para aprovechar un monitor rápido de 165 Hz como este, ya que la inmensa mayoría de jugadores no tiene una tarjeta gráfica lo suficientemente potente como para jugar a 4K con esas tasas de frames.
Como resultado, la imagen no es tan nítida como me gustaría, o al menos, como estoy acostumbrado en monitores de 32 pulgadas. No es que sea molesto a la vista, ni nada de eso, pero se nota que la densidad de píxeles no es muy elevada. Con todo, no deberías tener muchos problemas para leer texto o para ver detalles en los juegos, es sólo que no serán tan nítidos como podrían serlo. Esa es la única 'queja' real que tengo de la pantalla, si es que se puede llamar así; es más bien una observación de la decisión que ha tomado Corsair, y comprendo por qué lo ha hecho.
Tenemos nueva alternativa
Corsair ha entrado con fuerza en uno de los sectores más difíciles, el de los monitores gaming. Lo ha hecho dando prioridad a la parte más importante de un monitor, el panel. Con una velocidad de 165 Hz y unos colores impactantes, este es uno de los mejores paneles que he visto en los últimos años, incluso si la resolución no es tan elevada como me gustaría. Ese es realmente el único aspecto que debería hacerte dudar, pero si eres jugador, 2K es más que suficiente, y lo recomendable para jugar hoy en día.
La buena noticia es que tenemos una nueva alternativa a tener en cuenta en el mercado. El Corsair 32QHD165 es un monitor muy grande en todos los sentidos. Corsair ha conseguido que parezca fácil llegar a este nivel, y preveo la reacción de muchas de las grandes del sector.