
Samsung ha renovado su apuesta por los smartphones plegables con dos nuevos modelos, la evolución de los Fold y Flip; en el caso de este último, lo ha conseguido bajando el precio al nivel de un smartphone premium.
Muchos creíamos que aún faltaban años para llegar a este punto, pero Samsung se ha adelantado a todas las previsiones. El nuevo Galaxy Z Flip 3 es un smartphone plegable que costará "sólo" 1059 euros; es cierto que sigue siendo una cifra fuera del alcance de muchos, pero es la primera vez que un smartphone plegable es igual de accesible que un móvil "premium".
Se trata de un salto tan importante como el del nombre. En efecto, Samsung ha saltado del Z Flip al Z Flip 3, para unificar su gama de plegables con el Galaxy Z Fold 3, también anunciado hoy. Un cambio de número que también representa una gran cantidad de mejoras, algunas de ellas compartidas con su "hermano". Por ejemplo, este será uno de los dos primeros plegables en obtener resistencia al agua IPX8, por lo que lo podremos mojar sin miedo.

El dispositivo también ha recibido cambios en el chasis, fabricado en el aluminio más resistente usado por Samsung hasta ahora, y con cristales protegidos por Gorilla Glass Victus, que se traducen también en un dispositivo más pequeño y fino, pero con el mismo peso y componentes punteros.
Curiosamente, el mayor cambio a nivel de hardware lo vemos con el móvil cerrado. Recordemos que, a diferencia del Fold, con el Flip el objetivo de usar una pantalla plegable no es ganar más espacio útil, sino al contrario, reducir el tamaño del dispositivo, que se puede meter en el bolsillo plegado ocupando muy poco, y abrirlo para disfrutar de una pantalla de 6,7 pulgadas. Es un efecto que resultará muy nostálgico para quienes usaron teléfonos de concha hace años, antes de la llegada de los smartphones.

Pero ya no hace falta abrirlo para usar algunas de sus funciones, gracias a la nueva pantalla exterior de 1,.9 pulgadas Super AMOLED de resolución 260 x 512. Es lo suficientemente grande como para resultar muy útil para ver la hora y la fecha sin necesidad de abrir el móvil, y abre la puerta a nuevas funciones interesantes como la posibilidad de hacerse una selfie con las cámaras traseras. Otra función accesible desde la mini pantalla es Samsung Pay, para hacer pagos sin necesidad de sacar la tarjeta o abrir el móvil.
Una vez abierto, vemos la gran pantalla de 6,7 pulgadas Dynamic AMOLED 2x, con resolución 2640 x 1080 (densidad de píxeles de 425 ppi) y una frecuencia de refresco de 120 Hz. Samsung ha optado por no usar una cámara frontal bajo la pantalla como en el Galaxy Z Fold 3, seguramente para controlar los costes. En cambio, es un sensor de 10 MP con apertura f/2.4; en la trasera, tenemos dos cámaras, una principal y otra gran angular, ambas de 12 MP y protegidas por Gorilla Glass with DX para mejorar la cantidad de luz obtenida y evitar reflejos.
Samsung promete una gran calidad en las fotografías, apoyada por el uso de un Snapdragon 888 que ayudará en el procesamiento de las imágenes. Vendrá acompañado de 8 GB de memoria RAM, con 128 o 256 GB de almacenamiento. Es compatible con las redes 5G, y vendrá con una batería de 3.300 mAh que se podrá recargar con hasta 15W de potencia.

Estéticamente, el dispositivo sigue siendo igual de icónico que sus predecesores, tal vez aún más gracias al uso de dos colores, con la parte que aloja las cámaras y la pantalla trasera siempre en color negro; también tendremos una gran variedad entre la que elegir: crema, verde, lavanda, negro, gris, blanco y rosa, estos tres últimos sólo a través de la página web de Samsung. Además, es evidente que la compañía quiere apelar a los más jóvenes, con nuevos diseños de funda que incluyen algunos muy llamativos y útiles, con enganches para llevarlo en la correa o anillas para hacer selfies de manera más segura.