
Sony ha patentado un nuevo tipo de sensor curvo, que se asemeja al ojo humano con la intención de conseguir fotografías más cercanas a lo que vemos.
El gran problema de la fotografía está tan integrado en su propio funcionamiento que la mayoría de las veces no pensamos siquiera que pueda haber una solución. Nos referimos al hecho de que los sensores que captan la luz en una cámara son planos, lo que resulta en una curvatura que no es natural en la imagen resultante. Hasta ahora, la solución ha estado en el uso de lentes con curvatura propia que corrigen ese fallo, pero el inconveniente está en que el sensor no puede funcionar correctamente por si solo.
Eso, en una cámara DSLR, por ejemplo, no es un gran inconveniente; pero en smartphones, donde el tamaño y el peso son aspectos vitales, las compañías llevan años luchando para conseguir una imagen correcta sin necesidad de lentes. Sony puede haberlo conseguido, a tenor de una patente de un sensor curvo descubierta por DigitalCameraWorld.
En efecto, la idea de Sony consiste en que sea el propio sensor el que adopte la curvatura necesaria para captar la luz de la misma manera que el ojo humano y, así, obtener una imagen que se parezca más a lo que vemos en persona. Más importante para los fabricantes de móviles, esto permitiría usar lentes más pequeñas y con una curvatura inferior, lo que a su vez se traducirá en dispositivos más finos, ligeros y en los que las cámaras no destacan tanto del resto del móvil como ocurre en la mayoría de modelos actuales.

La verdad es que esta idea no es nueva, ni mucho menos, pero hasta ahora ha sido imposible hacerla realidad en un dispositivo de producción en masa; pero en su patente, Sony afirma haber conseguido precisamente eso, con un proceso de producción que debería permitir el uso de estos sensores en smartphones.
Claro, que por el momento, esto es sólo una patente; no hay ningún indicador de que Sony esté implementando esta tecnología en sus productos. Pero si lo consigue, su posición dominante en el mercado de los sensores favorecerá que llegue a todo el mundo; muchos fabricantes usan sensores de Sony en sus dispositivos, y un sensor curvo probablemente será muy deseado por todos, y puede convertirse en el futuro estándar.