El fundador de Amazon, Jeff Bezos, se ha sumado hoy a una corta lista de afortunados que pueden presumir de haber llegado al espacio.
Bezos sorprendió a propios y a extraños cuando anunció que, después de dejar su puesto en Amazon, se iba a centrar en hacer realidad su sueño de viajar al espacio; más chocante aún es que lo haría en una misión de tanto riesgo como esta.
Es la primera vez que Blue Origin, la principal alternativa privada a SpaceX, ha llevado a personas en una misión. De esta manera, va con un año de retraso respecto al proyecto de Elon Musk, que en el 2020 empezó a enviar a astronautas a la Estación Espacial Internacional. Sin embargo, la naturaleza de este lanzamiento es muy diferente.
La misión NS-16 de Blue Origin sólo ha superado la línea Karman, considerada el "borde del espacio" a unos 100 kilómetros por encima del nivel del mar, por muy poco; en concreto, el "pico" ha estado en los 107 kilómetros, pero será suficiente no sólo para presumir, sino también para comprobar los sistemas de la cápsula New Shepard, el verdadero objetivo de la misión de cara a futuros lanzamientos. Además, así Bezos ha superado a Richard Branson, fundador de Virgin que se le adelantó con su propio viaje el pasado fin de semana.
Bezos también quiere demostrar que el turismo espacial es seguro, afirmando a pocos días antes del lanzamiento que "sabe" que el vehículo es seguro, y que si no es seguro para él, no lo es para nadie. Son palabras dirigidas directamente a los potenciales clientes que verán el lanzamiento y pensarán en comprar el derecho a estar en los próximos.
Uno de los asientos de la cápsula, de hecho, iba a estar reservado para uno de estos turistas espaciales. En un sorprendente cambio de última hora, el misterioso comprador del asiento que pagó 28 millones de dólares en una subasta lo ha cedido a un joven holandés de 18 años, Oliver Daemen, por problemas de agenda.
Bezos guardó otro asiento para su hermano, Mark, y el último fue reservado a una leyenda de la aviación: Wally Funk, una mujer de 82 años que durante décadas fue considerada la persona mejor preparada para ir al espacio, superando las mismas pruebas que los primeros astronautas de la NASA. Sin embargo, nunca se le otorgó la oportunidad de demostrar su valía, y hoy, por fin ha podido llegar al espacio.
Esta ocasión histórica se ha visto en directo, a través del canal de YouTube de Blue Origin. Con una ventana que empezó a las 15:00, el lanzamiento se produjo unos 12 minutos más tarde. Más de medio millón de personas vio el lanzamiento en directo.
El primero en subir a la cápsula Blue Sheppard fue el propio Jeff Bezos, que ocupó su asiento en el interior. Para sorpresa de muchos, los ocupantes no llevaron cascos para protegerse ante posibles accidentes, como es habitual en lanzamientos con astronautas. El motivo es que, de esta manera, los viajeros tienen una mayor libertad para moverse y ver el espacio.

Ese es el mismo motivo detrás de una de las características más sorprendentes de la cápsula New Shepard: las ventanas. Normalmente, las cápsulas y naves espaciales tienen ventanas pequeñas, para reducir el riesgo en caso de que se rompan; sin embargo, la New Sheppard está diseñada para que los ocupantes disfruten en todo momento de las vistas para las que han pagado.
Aunque Blue Origin no mostró vídeo del interior de la cápsula, sí que reprodujo audios grabados durante la misión, en las que se escucha "wow, wow, wow, no os olvidéis de mirar por las ventanas".
Después de que la primera etapa del cohete aterrizase correctamente, le tocó el turno a la cápsula, que descendió primero con paracaídas; en el último momento antes de tocar tierra, los cohetes se encendieron para conseguir un aterrizaje suave.
Jeff Bezos salió triunfante de la cápsula, con el mismo sombrero de cowboy con el que entró. De esta manera, se cierra un hito en la exploración espacial y, especialmente, en el turismo espacial.