Tecnología

Probamos la Huawei MatePad 11 ¿hay vida más allá de iPad y Android?

  • La MatePad 11 es la primera tablet con el nuevo sistema HarmonyOS
  • Es compatible con teclado y el nuevo lápiz táctil M-Pencil

El sector de la tecnología móvil es, a efectos prácticos, un duopolio. Ninguna alternativa ni siquiera sueña con acercarse al dominio que Google y Apple tienen, con Android y iOS respectivamente. En las tablets, es exactamente la misma historia, ya que Microsoft y las Surface apuestan más por una experiencia cercana a los portátiles.

Ahora, y por primera vez en mucho tiempo, llega un "nuevo" rival; y pongo las comillas porque, de nuevo, tiene poco. Hablo de Huawei, por supuesto, que lleva ya muchos años en España ofreciendo alternativas a tener en cuenta en smartphones y tablets. Pero eso era antes de sufrir el bloqueo del gobierno de los Estados Unidos, que le ha obligado a dejar de depender de Google en el software.

Desde entonces, Huawei se ha centrado en crear un sistema propio, que le permita ofrecer una experiencia a la altura. Y ahora, cree que lo ha conseguido con HarmonyOS 2, un sistema que llega a las tablets con el lanzamiento de la nueva Huawei MatePad 11 en España.

HarmonyOS 2: familiar pero diferente

Si nos fijamos en los dispositivos que han sido lanzados en España con HarmonyOS 2, no nos encontraremos ningún móvil; aunque habrá actualizaciones para modelos ya lanzados, la compañía probablemente espera a estrenarlo en smartphones con sus próximos P50.

En vez de eso, la punta de lanza de HarmonyOS 2 está en los nuevos relojes inteligentes Huawei Watch 3, y en la nueva tablet MatePad 11. Eso nos dice mucho del plan de Huawei: este es un sistema que pretende conquistar todos los aspectos de nuestra vida, y en China, ya hay hasta electrodomésticos que lo usan. Es una base única, pero también es una base muy familiar.

HarmonyOS 2 está basado en Android, concretamente en AOSP, la versión de código abierto en la que está basado el sistema que otros fabricantes usan en sus móviles. A partir de ahí, Huawei ha desarrollado su propio software y su propia capa de personalización, una evolución de EMUI que ya usaba antes.

Como resultado, HarmonyOS 2 es compatible con apps de Android, y puedes instalarlas tanto desde la AppGallery de Huawei como de Petal Search u otras tiendas de apps alternativas. Aparecerá una advertencia, pero en mis pruebas he podido usar apps como WhatsApp, OneDrive y Kindle sin ningún tipo de problema. En cambio, otras apps no me han funcionado correctamente, especialmente las que necesitan permisos adicionales.

Y por supuesto, las apps que requieren los servicios de Google no funcionan; es el mismo problema de todos los dispositivos Huawei modernos, y aunque no dudo que la comunidad de usuarios encontrará una manera de solucionarlo, no puedo recomendar dispositivos con este sistema si las apps de Google son imprescindibles (y no queremos usar las versiones web).

Fusión entre iOS y Android

Como resultado de este legado, hay cosas diferentes en este sistema, pero también otras muy parecidas. La mejor manera que tengo de describirlo, y espero que nadie se tome esto de manera equivocada, es una fusión entre iOS y Android. Por una parte, si vienes de usar un iPad, aquí te encontrarás como en casa, hasta el punto de que las similitudes son tal vez demasiadas.

Sólo con ver la pantalla de inicio es evidente por dónde van los tiros. Nos encontramos con la misma barra inferior de aplicaciones que en iPadOS, y funciona exactamente igual, con las apps abiertas en la parte derecha y las apps que hemos fijado en la izquierda.

Los gestos también son los mismos, algo que te puede confundir un poco si vienes de Android; pero los aprendes rápidamente y sirven como una manera de comprender por qué hay tanta gente que prefiere el iPad.

Hasta los menús son parecidos. El panel de control, accesible deslizando hacia abajo desde la parte superior derecha, ofrece acceso a las funciones más importantes de nuestro dispositivo, como la red, Bluetooth, o la conexión con otros dispositivos, además de los controles multimedia. En cambio, si deslizamos desde la izquierda veremos las notificaciones, que funcionan de manera más parecida a Android.

El aspecto visual también tiene una clara inspiración Apple, con un tema muy "etéreo" en el que los grises y blancos dominan; aunque tenemos acceso a un modo oscuro que cambia todos los elementos, como las carpetas. En la pantalla de inicio es donde acabarán todas las apps que instalemos, al estilo Apple, pero podemos crear carpetas para organizarnos mejor; un detalle que me ha gustado mucho son las "carpetas ampliadas", que nos permiten pulsar los iconos directamente, sin necesidad de entrar en la carpeta.

Otro aspecto que me gustaría que Android adoptase es la apuesta por la multitarea y el trabajo. La MatePad 11 es compatible con fundas con teclado y con ratón, y la experiencia es mucho más apropiada que con otras tablets Android. Podemos dividir la pantalla en dos aplicaciones y usarlas al mismo tiempo, y además poner ventanas flotantes como la de notas; esta función permite tener hasta cuatro apps abiertas al mismo tiempo, algo extraordinario. Y si ya estás en el ecosistema de Huawei, ganarás ventajas como Huawei Share para compartir archivos y seguir trabajando de un sistema a otro, como nuestro portátil y nuestra tablet; o bien podemos grabar un vídeo con el móvil y editarlo en la tablet.

Pero lo mejor de este sistema es que es rápido y muy natural. Puede que sea por las animaciones o por eficacia, pero esta tablet se nota más rápida incluso que modelos mucho más caros de otras marcas. Cambiar entre pantallas es una delicia y las apps se abren al momento; puede que Huawei haya aprovechado para quitar elementos no necesarios de Android y así mejorar el rendimiento.

Una tablet excepcional

También ayuda mucho que la MatePad 11 es una gran tablet por si sola. Técnicamente, tengo pocas quejas, con un panel de 11 pulgadas que cubre la gama de colores DCI-P3 y buen brillo. Tenemos la opción de usar una tasa de refresco de 120 Hz, que también mejorará enormemente la experiencia, incluso en la pantalla de inicio; pero evidentemente, también consumirá más batería, así que es mejor dejarlo en "automático" para que cambie la frecuencia por si sola. La pantalla ha recibido la doble certificación TÜV Rheinland, para protegernos contra la luz azul y los parpadeos, sin necesidad de hacer nada.

La experiencia viendo películas es muy buena, y no sólo por la pantalla. El sistema de sonido de cuatro altavoces es raro en el sector, y es una pena porque consigue buenos resultados, con un sonido impactante y con efecto envolvente, si bien le faltaría algo más de potencia si lo queremos usar en compañía. También se incluyen cuatro micrófonos para hacer videollamadas con reducción de ruido.

Por lo demás, es una tablet muy completa, con un peso de 485 gramos y un reducido grosor que la hace fácil de llevar y usar en cualquier situación. Pero es con el uso de accesorios que esta tablet realmente demuestra de lo que es capaz. Ya hemos comentado que las fundas con teclado funcionan muy bien, especialmente si vamos a usar la MatePad 11 como un ordenador portátil; el teclado se conecta de manera automática cuando unimos la tablet magnéticamente a la funda, y no requiere de conexiones adicionales.

Pero la estrella es el nuevo Huawei M-Pencil de segunda generación, que se estrena con este tablet. Muchas novedades son de diseño, como la nueva forma hexagonal para conseguir un mejor agarre en cualquier circunstancia, o el nuevo diseño de punta transparente (que podemos cambiar si no nos gusta). La tecla táctil está oculta, y sólo con tocar dos veces podemos cambiar entre el pincel y el borrador.

Pero donde realmente destaca es en las aplicaciones de nota y dibujo, donde podemos dar rienda suelta a nuestra creatividad (o falta de). Cuenta con 4.096 niveles de sensibilidad a la presión y a la inclinación, lo que se traduce en trazos mucho más naturales y que transmiten mejor lo que estamos haciendo. Por ejemplo, haciendo trazos más gruesos o finos. La latencia no es la más baja que hemos visto, pero aún así no tenemos la sensación de que el trazo "sigue" al lápiz como si no estuviesen conectados.

El M-Pencil se carga de manera inalámbrica en el lateral de la MatePad 11, sólo tenemos que dejarlo ahí gracias a su conexión magnética, y cuando termine en unos minutos podremos dibujar durante diez horas.

Demostración de lo que es posible

La Huawei MatePad 11 es una de las mejores tablets que podemos conseguir, especialmente por los 399 euros que cuesta la versión básica con 6 GB de RAM y 64 GB de almacenamiento, en la tienda de Huawei; además, podemos conseguir la versión más completa con 128 GB de almacenamiento y el lápiz M-Pencil por 499 euros más.

Se echan en falta algunas cosas; por ejemplo, no hay una versión con ranura SIM, por lo que no podemos usar datos móviles, ni mucho menos 5G. Es algo extraño, teniendo en cuenta lo mucho que Huawei ha apostado por esa tecnología.

Además, HarmonyOS 2 hereda muchos de los inconvenientes de EMUI, especialmente si estamos acostumbrados a la experiencia Android tal y como la imagina Google. En cambio, las similitudes con iOS pueden atraer a muchos usuarios, porque suponen algo más que un sistema "bonito", mejorando enormemente la experiencia de uso.

La Huawei MatePad 11 es el principio de una nueva era, y personalmente, tengo ganas de ver cómo continuará.

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