
Pocas apps han dado más que hablar este 2021 que Clubhouse, la plataforma de chat de audio que permite crear salas en las que los participantes hablan como si estuviesen en persona. A diferencia de otras apps como WhatsApp, en Clubhouse sólo se usa el audio para comunicarse, y eso resulta en una experiencia única.
Única y exclusiva. El otro motivo por el que la entrada en Clubhouse es tan deseada es su sistema de invitaciones, por el que sólo los usuarios que ya están dentro del servicio pueden añadir a otros. Por lo tanto, si no conoces a nadie con Clubhouse no puedes usarla, lo que añade un grado de exclusividad que fue muy atractivo inicialmente, con personalidades como Elon Musk apostando por el servicio.
Pero el sistema de invitaciones tiene sentido con pocos usuarios; hoy en día, Clubhouse ya es lo suficientemente popular como para que conseguir acceso sea sólo un obstáculo nimio. Su CEO, Paul Davison, parece consciente de ello, porque ha confirmado a Techradar que Clubhouse abandonará las invitaciones este mismo verano.
Clubhouse sin invitación
Por lo tanto, a lo largo de las próximas semanas Clubhouse será más fácil de usar; sólo tendremos que descargar la app y crear una cuenta, como cualquier otro servicio. Es poco probable que eso afecte seriamente a la experiencia, pero el miedo siempre está ahí cada vez que una app se vuelve popular de repente; la moderación será uno de los desafíos a los que se enfrente Clubhouse.

En realidad, Clubhouse ya no es tan exclusiva como aparenta. Ya ha lanzado una app para Android, pese a que inicialmente estaba sólo para iOS; además, la compañía también ha confirmado que será posible asociar nuestro perfil a los de otras redes sociales, para conectar con usuarios que conozcamos en Instagram y en Twitter. Otra novedad nos permitirá seguir a los participantes de una sala más fácilmente, con un botón en la parte inferior.
El sistema de invitaciones ha servido a Clubhouse para crecer de manera controlada, algo que ha ayudado al pequeño equipo encargado del servicio; de esta manera, ha podido solucionar problemas conforme aparecían y desarrollar funciones solicitadas por los usuarios sin agobiarse con millones de voces, literalmente hablando.
Pero Clubhouse no podía quedarse así para siempre. Ya tiene demasiados competidores, como los Espacios de Twitter, ya habilitados para las cuentas más grandes, y corre el riesgo de perder el mercado que inauguró.