Tecnología

Elon Musk revoluciona un remoto rincón de Irlanda por la ampliación de su proyecto de internet vía satélite

  • Su idea de colocar antenas en un valle irlandés pone patas arriba a la región
  • Muchos de sus habitantes creen que puede causar problemas de salud
  • Un pueblo de Francia ha parado momentáneamente otro de sus emplazamientos
Foto: Getty.

Starlink, la empresa de internet vía satélite de Elon Musk, se ha fijado en un remoto rincón de Irlanda para colocar una base de antenas con las que recibir las señales de sus trenes de satélites, según informa la cadena estatal irlandesa RTE.

El emplazamiento elegido, según este medio, sería un valle en MacGillycuddy's Reeks, a unos kilómetros de la ciudad de Killarney. Se trata de una zona de escaso acceso a internet que fue de las últimas en todo en país en conseguir una conexión telefónica fija, y de hecho en la actualidad muchos puntos de esa comarca dependen de redes móviles irregulares.

La elección de Musk (que no se ha anunciado de forma oficial debido a un acuerdo de confidencialidad entre la empresa y las autoridades locales) es casi paradigmática: en el condado de Kerry, al que pertenece la región, un tercio de los hogares carece de banda ancha, incluso cerca de las grandes ciudades de la comarca, donde a menudo los habitantes han de contratar dos proveedores diferentes para garantizar la conexión.

Paliar estos déficits de conexión es uno de los objetivos para lo que nació Starlink, que mediante una red de satélites por todo el mundo pretende dotar de accesibilidad a zonas rurales "donde la conectividad ha sido un desafío".

Sin embargo, la idea de Musk podría chocar con parte de la población local, reticente a este tipo de nuevos proyectos tecnológicos y las implicaciones que pudieran tener. De hecho, Norma Foley, exconcejal en Kerry y actual ministra de Educación irlandesa, hizo un llamamiento para "una revisión independiente de todos los hechos antes de que se permita 5G en Kerry".

No sería la primera vez que Musk encontrase oposición local a alguno de los proyectos que ha tratado de desarrollar en poblaciones rurales. Tal y como informa Forbes, el fundador de Tesla ha descubierto cómo Saint-Senier-de-Beuvron, un pequeño pueblo de menos de 400 habitantes de la coste noroeste de Francia (uno de los cuatro elegidos para las bases de Starlink en el país galo), ha rechazado el proyecto de Musk por el desconocimiento sobre su funcionamiento e implicaciones, además del temor a efectos negativos en la salud y el medioambiente.

La teniente de alcalde del lugar, Noemie Brault, ha asegurado que algunos vecinos están preocupados por el hecho de que la implantación de la base (con cúpulas de tres metros de altura para proteger las antenas) afecte a la producción de leche de las vacas de la zona o tenga  efectos negativos en la salud de los habitantes.

Sin embargo, el rechazo local (que cuenta con el apoyo de asociaciones ecologistas) podría no tener un largo recorrido, ya que la empresa contratista, Sipartech, volverá a pedir una solicitud para comenzar las obras, que fueron paradas por una argucia legal y que tienen la bendición de la Agencia Nacional de Radiofrecuencia de Francia, que asegura que las antenas son seguras porque apuntan sus señales siempre hacia el cielo.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky