
Las aplicaciones de videollamadas han liderado las descargas durante la cuarentena. Entre ellas está Zoom, una de las más usadas y también una de las más comentadas, después de que, a principios de abril, fuera señalada por diversos usuarios por, al parecer, compartir datos con Facebook, grabar la pantalla de los usuarios y otras brechas de seguridad.
Aunque a las acusaciones la compañía respondió que la aplicación era totalmente segura, poco después decidieron lanzar una actualización en la que señalaban mejoras de seguridad y admitían que la alerta lanzada los llevó a tomar medidas de una forma apresurada para evitar el desprestigio de la aplicación. Ahora, Zoom sigue por ese camino y ha decidido implantar el cifrado de extremo a extremo en todas las comunicaciones que se realicen en su plataforma de videoconferencia, tanto si se trata del servicio gratuito como del de pago.
Ya a principios de junio la compañía tecnológica informó de que estaba trabajando para implementar esta encriptación, que impide que terceros puedan acceder a las conversaciones, una característica que solo llegaría a los planes de pago, y con el fin de proteger a colectivos vulnerables y colaborar con las investigaciones policiales.
Desde entonces, la compañía ha "identificado el camino para equilibrar el derecho legítimo de todos los usuarios a la privacidad y la seguridad de los usuarios en la plataforma", lo que significa que implementará la encriptación de extremo a extremo en todas las comunicaciones, ya sean gratuitas o de pago.
En el caso de los usuarios del servicio gratuito, la compañía explica en un comunicado que, para participar en una videoconferencia, deberán introducir información adicional, como verificar el número de teléfono a través de un mensaje de texto. Con ello, buscan evitar la creación de cuentas abusivas.
La encriptación de extremo a extremo empezará a probarse en Zoom en julio, que será una característica de seguridad opcional. Todos los usuarios contarán por defecto con la encriptación AES 256 GCM, "uno de los estándares más fuertes en uso en la actualidad", según la compañía.
Esta decisión, junto a las medidas tomadas anteriormente, van marcando el camino que ha recorrido la plataforma para hacer más seguras sus videoconferencias y evitar así nuevas acusaciones. A pesar de la polémica causada, la aplicación ha seguido siendo una de las más descargadas en todo el mundo, llegando a 300 millones de usuarios diarios durante el punto álgido de la pandemia y registrando un crecimiento del 169% en sus ingresos durante el primer trimestre fiscal del 2020.