
La tecnología saldrá al rescate del coronavirus y tardará pocos días en hacerlo. El sector público y privado se han puesto a trabajar para crear una aplicación móvil 'Quédate en casa' -de descarga absolutamente voluntaria- cuyos detalles no han sido confirmados, pero que servirán para reducir los factores de riesgo de contagio por el coronavirus, según ha podido saber elEconomista.es de fuentes del mercado. A grandes rasgos, la herramienta incentivará el lema de permanecer confinado en domicilio y ofrecerá a los ciudadanos información de absoluta garantía sobre los síntomas el Covid-19 y las posibles actuaciones en caso de resultar afectado.
El Observatorio Español de Internet, dependiente de la Dirección General de Consumo (perteneciente al Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social) analizó la semana pasada la utilización del Big Data y las apps para la lucha contra el Covid-10, como ya han hecho en China e Irán. Las salvaguardas legales de posibles herramientas de cibervigilancia y control prometen estar completamente garantizadas en el caso de España, así como el uso autorizado de los datos generados por cada usuario. Aunque la legislación europea impide aplicar medidas de cibervigilancia tecnológica, el estado excepcional de la actual situación podría orillar dichas barreras en aras de la seguridad nacional y la salud pública. Por lo tanto, en situaciones de estado de alarma, las autoridades estarían en condiciones legales de "utilizar el big data para luchar contra la expansión de la pandemia", tal y como apuntan fuentes del Observatorio Español de Internet.
Con la convicción de que multitud de posibles afectados tienden a infravalorar sus síntomas -con el riesgo que ello supone en caso de ser positivo-, la aplicación móvil en ciernes pretende despejar muchas incertidumbres de forma automatizada con ayuda de la analítica de datos y el inteligencia artificial.
A semejanza de la iniciativa puesta en marcha en Corea del Sur, la aplicación móvil permitiría descongestionar los servicios personalizados de atención telefónica a través de diagnósticos en remoto en función de los síntomas aportados por los propios interesados. Sin necesidad de llamar a los teléfonos de primera asistencia, el usuario podrá hacerse un autochequeo virtual con la ayuda de su móvil.
La eficacia de la estrategia parece probada. En su caso, la denominada Protección de Seguridad de la Autocuarentena coreana -desarrollada por el Ministerio de Interior y Seguridad- frenó la llegada de enfermos a los hospitales y así evitó la rápida propagación del virus en aquel país. La aplicación asiática -ahora objeto apresurado de réplica- requiere de los datos personales de los usuarios, nombre, domicilio, edad, ciertos antecedentes médicos. Por medio de un cuestionario previo, el usuario tendrá ocasión de contestar si padece el posible afectado padece de tos seca, con qué frecuencia evidencia estos síntomas, así como si se acompaña de dolores de cabeza y malestar general. Si todo lo anterior, además, se simultánea con sensación de cansancio y dificultad respiratoria ante cualquier esfuerzo, será la propia aplicación la que activará el mecanismo de realización del test para despejar incertidumbres.
En el caso de Corea del Sur, el personal sanitario se ubicaba en determinadas zonas a las que se podía acceder por coche y, sin salir del vehículo, el personal sanitario tomaba pequeñas muestras de la nariz a través de un bastoncillo. Esa rutina se ha realizado en el país asiático en más de 200.000 ocasiones. En el supuesto de que se produzca un caso positivo, la herramienta permite a las autoridades monitorizar los movimientos de los afectados a través de la geolocalización por GPS -función incluida en todos los smartphones-.
Entre otros detalles, aplicación surcoreana establece unas reglas de bloqueo que afecta a todas las personas que hayan estado en contacto con alguna persona portadora del virus. Eso incluye a todos aquellos usuarios potencialmente en riesgo por haber compartido alguna habitación en la que el paciente haya tosido, o por haber coincidido a menos de dos metros del sujeto contagiado. Para todos ellos, el periodo de cuarentena es de dos semanas en los hogares, con la obligación de llevar el móvil en sus desplazamientos por la calle en casos de estricta necesidad.
La aplicación 'Made in Spain' guardaría muchas similitudes con la coreana. De hecho, entre las prestaciones de la plataforma informática se especula con un sistema de geolocalización por GPS capaz de desvelar a los ciudadanos las zonas de calor en las vías públicas. A grandes rasgos, y según fuentes oficiosas, la app recabaría información colaborativa proporcionada por los propios usuarios registrados. Asimismo, la app también podría guardar semejanzas con Waze, el navegador de Google que indica la presencia de coches detenidos en el arcén, atascos, presencia de policía en las inmediaciones o cualquier incidencia en carretera.
En espera de confirmación, y a través de un código visual, se podría estimar cuántas personas registradas se encuentran en tránsito en la calle, cuántos usuarios caminan hacia el supermercado, gasolinera o farmacia más cercana o cuántas pasean con sus mascotas por las vías públicas y por dónde. De esa manera, todo apunta a que el usuario registrado dispondría de una información actualizada en tiempo real para eludir cualquier tipo de acumulación de potenciales infectados por las vías públicas.