Microsoft se ha hecho con el contrato de computación en la nube de El Pentágono valorado en 10.000 millones de dólares, superando así a Amazon, que se preveía como gran favorito.
El contrato, denominado Joint Enterprise Defense Infrastructure Cloud, o JEDI, es parte de una amplia modernización de los sistemas de tecnología de la información del Pentágono y sobre cómo el departamento de Defensa de EEUU pasará a tener un almacenamiento al estilo 'Drobox', pero con unos estándares de seguridad altísimos y cuya vinculación estará anclada a la compañía de Satya Nadella durante los próximos 10 años.
Este proceso de adjudicación ha sido toda una sorpresa, y es que Amazon parecía que iba a ser el claro favorito para hacerse con el milmillonario contrato debido al avanzado desarrollo de su negocio de computación en la nube, sin embargo, Microsoft ha sido la compañía elegida finalmente.
Los medios de EEUU y la prensa especializada apuntan a Donald Trump como principal responsables de la decisión. Y es que el presidente de EEUU se ha implicado personalmente en el proyecto y apuntan a que las malas relaciones entre Trump y Jeff Bezos, CEO de Amazon, han podido inclinar la balanza a favor de Microsoft.
Un concurso con polémica
Lo cierto es que el proceso de adjudicación de JEDI se ha visto envuelto en polémica prácticamente desde que el Pentágono lanzó la solicitud a finales de julio de 2018 para que las diferentes empresas pudieran presentar sus candidaturas.
La primera que alzó la voz contra el proceso fue Oracle, que presentó una propuesta ante el Departamento de Defensa por sus planes de adjudicar el contrato a una sola compañía en lugar de permitir múltiples ganadores. Argumentaba que este contrato de larga duración haría que el Pentágono estuviese encadenado a la tecnología de una empresa durante una década.
En octubre de 2018 Alphabet se descolgó del proceso de adjudicación asegurando que las nuevas pautas éticas de la compañía no se alineaban con el proyecto, sin dar más detalles. Y es que el gigante de Mountain View venía de unos meses agitados en los que su plantilla había organizado protestas por el trabajo de la empresa en proyectos militares.
Finalmente en abril de este año Amazon y Microsoft fueron las únicas compañías seleccionados para continuar compitiendo por los servicios de computación en la nube del Pentágono tras quedarse fuera tanto Oracle como IBM.
En julio, el propio Donald Tump se involucró en el proceso y dijo que lo estaba analizando de cerca, tras haber recibido la Casa Blanca múltiples quejas del proceso. En agosto, el Pentágono decidió suspender su decisión de adjudicar el contrato después de que Trump dijese que su administración estaba examinando la oferta de Amazon.
Finalmente, este fin de semana se ha llegado a la adjudicación a Microsoft del gigantesco proyecto de defensa, que estará alojado en una división especial de Azure para ayudar a los clientes del Gobierno a guardar datos en sus propios servidores.