Tecnología

Google dota de intuición a sus móviles 'Pixel 4' y 'Pixel 4 XL'

  • El 'Pixel 4' costará desde 759 euros y el 'Pixel 4 XL' desde 899 euros
  • Los dispositivos aprenden a interpretar los movimientos de la mano
  • Consolidan sus habilidades en fotografía computacional y transcriben el audio en texto en tiempo real

Google ha presentado sus credenciales para consolidarse en el póker de ases de la telefonía móvil -en feroz batalla contra Samsung, Apple y Huawei- ahora con una familia de smartphones formada por 'Pixel 4' (de 5,7 pulgadas) y '4 XL' (de 6,3 pulgadas). A falta de corroborar las primeras impresiones con una prueba en profundidad, la presentación realizada en Nueva York y las especificaciones del producto muestran media docena de fortalezas y otras tantas debilidades. En Directo | Así ha sido la presentación de Google

En el lado favorable destacan la incorporación de capacidades intuitivas insólitas hasta el momento con la tecnología 'Motion Sense'; refuerza su tradicional apuesta por la fotografía computacional, incluido un modo de Vision Nocturno para captar el cielo estrellado en toda su plenitud en situaciones de bajísima luminosidad; irrumpe con el procesador 'Neural Core', capaz reducir a la mitad el tiempo tradicional de respuesta; lleva la inteligencia artificial al propio equipo, sin necesidad de que las consultas tengan que viajar hasta la nube y con la habilidad de transcribir el audio en inglés en texto a través de subtítulos; mejora la nueva pantalla oled dinámica, especialmente veloz y ágil para optimizar la imagen; y ofrece unos precios ligeramente inferiores al de su inmediato antecesor: Pixel 4 (64 GB) por 759 euros, Pixel 4 (128 GB) por 859 euros, Pixel 4 XL (64 GB) por 899 euros, y Pixel 4 XL (128 GB) por 999 euros.

Entre los aspectos claramente mejorables destaca la batería del 'Pixel 4', de apenas 2.800 MAh, una capacidad propia de equipos de gama media, mientras que el equipo 4XL mantiene el nivel deseable con sus 3.700 MAh.

La cámara doble de los 'Píxel' se presume exigua ante el despliegue del resto de sus competidores, con tres y cuatro ópticas principales. Los diseñadores también han pecado de conservadores al desperdiciar la banda superior de la pantalla para alojar la cámara de los selfies, con un 'notch' (o ceja) propios de años atrás.

Los ingenieros tampoco se han complicado la vida en la elección de los materiales de carcasa y en la inserción del conjunto de las cámaras en cuerpo del terminal, con un resalte más pronunciado del que se estila entre los dispositivos de gama alta. Al contrario que el público anglosajón, los españoles tendrán que esperar a que el asistente de Google incorpore la transcripción del audio en texto de los vídeos en la lengua de Cervantes. En menor medida, la ausencia de conectividad 5G puede anotarse entre las carencias, si bien la súper banda telefónica aún está muy verde en todo el mundo.

Tanto los modelos 'Pixel 4' como '4 XL' prometen ofrecer un mejorado equilibrio entre hardware, software y un tercer elemento que ha llegado para quedarse: la inteligencia artificial. Los dos modelos disponen del mismo procesador (Qualcomm Snapdragon 855), idéntica capacidad de proceso (memoria RAM 6 GB) y doble cámara trasera: un angular de 12 megapíxeles y un teleobjetivo de 16 megapixeles.

A grandes rasgos, la doble cámara de los móviles 'Made in Google' permiten captar instantáneas enriquecidas a golpe de software. El usuario solo tiene que apuntar al motivo que pretenda fotografiar para disparar y disfrutar del mejor resultado, con la posibilidad de editarlo de forma ágil y sencilla. Por ejemplo, el equilibrio de exposición de luz de las diferentes partes de una fotografía ya se puede realizar por separado dentro de la misma escena, para así acabar con los efectos indeseados de los contraluces.

Los nuevos 'Píxel 4' pretenden desmarcarse de sus competidores al acelerar la puesta en funcionamiento del equipo. El atajo consiste en aprovechar el sistema de detección de presencia del usuario para iniciar las tareas propias del reconocimiento facial. Es decir, la propia máquina interpretará que debe ponerse en funcionamiento en cuanto algo interrumpa su reposo. En ese caso, y acto seguido, el sistema encenderá la cámara para arañando décimas de segundo a sus rivales en el proceso de desbloqueo. Con el mismo principio de eficacia, el smartphone aprende cuáles son las aplicaciones favoritas de cada usuario para reducir el consumo energética de las que menos se usa, mientras que la tecnología 'Ambient EQ' mejora la experiencia de visualización de la pantalla en función de las condiciones ambientales.

Google también sigue la estela de los nuevos Huawei Mate 30 Pro al permitir la interacción del usuario con sus equipos sin necesidad de tocar la pantalla. Por medio de la patente 'Motion Sense', los nuevos Píxel incorporan el movimiento de los brazos, manos y dedos para actividades como pasar páginas, realizar 'scroll' o escuchar una canción siguiente o la anterior, pasando al anverso o reverso de la mano frente al 'display'. Otro gesto tan intuitivo como mostrar la palma de la mano y pasarla por encima de la pantalla bastará para silenciar una llamada entrante, por ejemplo.

Entre otras posibilidades, Pixel refuerza la seguridad de los datos alojados en el dispositivo con la ayuda del 'Titan M'. Se trata de un chip diseñado para salvaguardar la información más sensible de los usuarios. Además, Google incorpora tres años de actualizaciones de seguridad y del sistema operativo (que arranca con Android 10).

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