Tecnología

Silicon Valley amenaza con imitar al polémico sistema de comportamiento social chino

  • Algunas empresas de seguros fijan sus primas tras revisar redes sociales
Imagen: Reuters
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Como si de un episodio de "Black Mirror" se tratase, el conocido como sistema de crédito social chino lleva desde hace tiempo inspirando a las grandes tecnológicas estadounidenses. En el gigante asiático este programa nacional basado en la vigilancia para influenciar el mejor comportamiento de sus ciudadanos lleva en funcionamiento desde 2014 y podría evolucionar tan pronto como el próximo año a un único sistema de puntos a nivel nacional para todos los habitantes chinos.

Con un funcionamiento similar al historial crediticio de Estados Unidos, que refleja la salud financiera de los estadounidenses y condiciona su acceso a créditos o alquileres, entre otros menesteres, el objetivo de sistema chino es castigar las transgresiones sociales. Entre ellas se incluyen, por ejemplo, ser miembro o apoyar al Falun Gong o el budismo tibetano, no cumplir con el pago de deuda, excesos, videojuegos incluidos, criticar al gobierno, no barrer la acera frente a su tienda o casa, fumar o reproducir música a todo volumen en los trenes.

Según la revista Fast Company este tipo de sistema comienza a implantarse sigilosamente también en occidente y cita algunos episodios que demuestran como Silicon Valley estaría fomentando este tipo de controles.

Así, por ejemplo, el Departamento de Servicios Financieros del Estado de Nueva York anunció a principios de este año que las compañías de seguros de vida pueden basar las primas en lo que encuentran en las publicaciones de las redes sociales de sus posibles clientes.

Fast Company también hace mención de una compañía llamada PatronScan, que elabora gadgets electrónicos que ayudan a los bares y restaurantes a controlar a sus clientes. Así cuando una personal llega a un establecimiento que use este sistema, se escanea su documento de identificación, como el carnet de conducir, para comparar datos con una lista que determina si el cliente ha estado implicado en peleas, asalto sexual, drogas, robo y otros malos comportamientos. Los usuarios de PatronScan comparten una lista "pública" en todo EEUU, Reino Unido y Canadá.

WhatsApp, propiedad de Facebook, también se reserva el derecho de anular las cuentas de sus usuarios

Pero más allá de casos específicos, Airbnb puede deshabilitar la cuenta de un usuario de por vida por cualquier motivo que elija y se reserva el derecho de dar a conocer el motivo. Al mismo tiempo, Uber también pone nota a sus usuarios, no solo a los conductores, y si la calificación de un individuo es "significativamente inferior a la media", la compañía puede prohibirle el uso de la aplicación y sus servicios.

WhatsApp, propiedad de Facebook, la red social más grande del mundo, también se reserva el derecho de anular las cuentas de sus usuarios. Entre las razones que alega se incluyen el hecho un individuo haya sido bloqueado por un numero indeterminado de usuarios, el envío de spam, mensajes amenazantes, intentos de piratear la aplicación o usar el servicio a través de una aplicación no autorizada.

Sin presunción de inocencia

Según la publicación, un atributo perturbador de estos tipos de sistema de crédito social, además de ser invasivos, es que son extralegales. Es decir, los delitos son castigados fuera del sistema legal, lo que significa que no hay presunción de inocencia, no hay representación legal, no hay juez, no hay jurado y, a menudo, no hay apelación. Esta situación amenaza con desarrollar un sistema legal alternativo donde los acusados tienen menos derechos.

En este caso, a diferencia de la política del gobierno chino, el sistema de crédito social emergente en EEUU está siendo construido por compañías privadas. De hecho, cada vez más los "privilegios" sociales relacionados con el transporte, el alojamiento, las comunicaciones y las primas por servicios están controlados por compañías tecnológicas.

Todo ello en un momento en que el poder acumulado por un quinteto de compañías tecnológicas, véanse Alphabet, Amazon, Apple, Facebook y Microsoft, supera los límites del raciocinio. A día de hoy, la capitalización bursátil de estos lobos con piel de cordero alcanza los 4,2 billones de dólares, cifra que supera al PIB alemán. Sólo entre los meses de abril y junio, estas cinco empresas ingresaron un total de 206.760 millones de dólares, es decir, el equivalente al valor de países como Nueva Zelanda.

La de Cupertino genera ya alrededor de 2,4 millones de empleos en suelo estadounidense y reconocía a comienzos de este año que existen más de 1.400 millones de dispositivos activos de la compañía en todo el mundo. Mientras tanto, Menlo Park es el epicentro que controla los 2.410 millones de usuarios de Facebook y en Seattle, Amazon orquesta la estrategia para seguir aumentando su base de más de 300 millones de clientes en todo el planeta. Alphabet controla más de 1.500 millones de cuentas de correo electrónico a través de Gmail al tiempo que más de 155 millones de empresas usan Office 365.

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