La multinacional estadounidense del vidrio O-I Glass ha presentado el resultado de una inversión de 30 millones de euros y de las obras realizadas en su planta de Alcalá de Guadaira (Sevilla) entre los pasados meses de mayo y julio. El desembolso principal ha recaído en la construcción de un nuevo horno de 120 metros cuadrados en sustitución del anterior tras rebasar su vida útil después de 23 años en funcionamiento.
La firma americana también ha aprovechado el parón para renovar por completo las dos líneas de producción de envases para industria alimentaria, especialidad de la planta sevillana, además de la de recipientes para bebidas no alcohólicas.
Esta inversión en Alcalá de Guadaira, que garantizará la actividad de la instalación por 20 años y el mantenimiento de 200 empleos directos y 100 indirectos, responde a una estrategia de consolidación de la compañía en nuestro país, donde cuenta con una segunda planta en Barcelona dedicada la producción de envases para cavas, vinos y espirituosos.
Así lo asegura Robert Gachot, responsable para el sureste de Europa de O-I Glass: "Nuestra estrategia en España pasa por la consolidación frente a otros competidores de mayor implantación y capacidad productiva. Esta estabilidad lograda en los últimos 10 años pasaba por dotar a la planta sevillana de una mayor flexibilidad a través de la modernización de las instalaciones. Aunque con la intervención hemos aumentado en un 10% su capacidad productiva, nuestro objetivo era responder a la demanda de flexibilidad a la hora de aportar variedad en los diseños para los envases de nuestros clientes. Queremos que entre el 80 y el 90% de la producción de nuestras instalaciones españolas vayan destinadas a clientes nacionales y que el resto se exporte a otros países europeos como Francia o Italia".
Sostenibilidad
El responsable de la multinacional también recuerda la necesidad de avanzar en términos de sostenibilidad en el marco europeo: "Nuestro objetivo para 2030 es reducir en un 10% el consumo de energía en la fabricación de vidrio y rebajar las emisiones de dióxido de carbono en un 25%".
En este sentido, Gachot ha avanzado que en 2022 pondrán en marcha en Francia su primer horno que funcionará con oxy-fuel la tecnología de combustión de Praxair. "En lugar de usar aire para alcanzar la combustión, este nuevo modelo emplea oxígeno, lo que reduce la misión de gases", aclara el directivo.
A esta innovación para reducir la huella de carbono de la actividad de O-I Glass se unirá en próximas fechas el nuevo horno Magma (Modular Advanced Glass Manufacturing Asset), "un modelo que revoluciona la forma de fundir el vidrio y del que tenemos tres prototipos en funcionamiento, dos en Estados Unidos y otro en Alemania. Este horno reduce los más de 100 metros cuadrados de los modelos actuales a unos 10, permitiéndonos instalarnos y producir más cerca de nuestros clientes, aportando mayor flexibilidad y reduciendo los costes logísticos de nuestra actividad".