
La marca india Intex ha aterrizado en los últimos meses en España y lo ha hecho con tres modelos: el Aqua S9 Pro, el Aqua Shine 4G y el Aqua Prime 3G. Unos teléfonos que rondan la barrera de los 100 euros y han llegado al mercado para romper la gama media y baja.
En esa franja de obtener la mejor calidad al menor precio destaca el Aqua Prime 3G que aunque su precio es de 85 euros, durante diciembre se puede comprar a 65. Ante este precio, cabe preguntarse, ¿merece la pena un smartphone tan barato? La respuesta es sí, aunque con matices.
A la hora de comprarse un smartphone siempre hay que tener presente dos cosas: el precio que se está dispuesto a pagar y para qué quiere utilizarse. Si su respuesta es invertir la menor cantidad de euros y usarlo para WhatsApp, llamar, ver alguna página web y realizar un uso básico, éste es su teléfono. Si aspira a combinar varias aplicaciones a la vez y correr algún juego que exija más potencia, lo mejor es que invierta un poco más en su terminal y valore otras opciones.
"El Aqua Prime 3G devuelve más de lo que se invierte en él. Es un teléfono pensado para cubrir las necesidades básicas y lo que más se valora en un teléfono. ¿Qué es lo que más valoramos en un teléfono? Nuestra estrategia va encaminada a responder a esa pregunta. Diferenciarnos con productos de buena calidad, prestaciones de gama alta, con un precio inmejorable y con una fiabilidad de cuatro años de garantía", comentaba Antonio Urrea, CEO de Intex España, a elEconomista.es el pasado julio.
El terminal es idóneo si se desea hacer un uso básico, el teléfono rinde con creces, su cámara es aceptable, su batería se extiende hasta los dos días y su pantalla es de buena calidad, algo que no es habitual en los smartphones que se encuentran por debajo de los 100 euros.
Precisamente, lo primero que llama la atención del Prime 3G es que apuesta por una gran pantalla. Es decir, pese a ser un terminal de precio reducido, la compañía india no ha sacrificado uno de los componentes más caros para ajustar el precio. Cuenta con un panel de 5,5 pulgadas a una resolución 1.280x720 píxeles.
A nivel interno encontramos lo justo para tener fluidez en el teléfono si se hace un uso básico del dispositivo. Es decir, poder usar Spotify y WhatsApp a la vez, pero notaremos cómo se va ralentizando si seguimos abriendo aplicaciones y muchas pestañas en el navegador que vayan copando la RAM. Y es que el Aqua Prime 3G cuenta con 1 GB de RAM y un procesador MTK6580 a 1,3 Ghz de cuatro núcleos. Unas buenas especificaciones si tenemos en cuenta que podemos comprar el teléfono por 65 euros.
También es apurado su espacio interno, ya que sólo cuenta 8 GB de memoria incluido, que se queda en algo más de 3 GB libres con el sistema operativo instalado. De este modo, será crucial hacerse con una tarjeta microSD externa para ampliar la memoria (hasta un máximo de 64 GB). Esto es un impedimento a la hora de utilizar la nueva función de Netflix, ya que a día de hoy la plataforma de series no dejar descargar los capítulos en la tarjeta externa, algo que sí permite hacer otras plataformas de streaming como Spotify.
Otro punto negativo que se le puede achacar al terminal es la ausencia de antenas 4G, con lo que el usuario tendrá que estar conectado siempre a redes 3G. Con esto no quiere decir que vaya a perder cobertura, sino que simplemente su conexión irá más lenta de lo que podría ir.
Cámara
A nivel fotográfico cumple con creces si tenemos en cuenta que se trata de un teléfono de menos de 100 euros. No tendremos una cámara veloz, ni con la mejor resolución del mercado, pero más que suficiente si se quieren tomar imágenes puntuales de un recuerdo o compartir algo por WhatsApp.
En la parte trasera equipa una cámara con un sensor de 5 megapíxeles, mientras que en la parte frontal monta una con un sensor de 2 megapíxeles, en ambos casos acompañadas de un flash para iluminar la escena.
A continuación varios ejemplos de la cámara principal:
Pinche aquí para ver su resolución original.
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Valor añadido: 4 años de garantía
Pese a ser un smartphone low cost, el Aqua Prime 3G es agradable en la mano, un reto nada sencillo por sus 5,5 pulgadas. Su parte trasera está acabada en plástico, pero está acabada con un dibujo rayado muy particular que hacen que no se escurra cuando se maneja con una sola mano. Tanto la carcasa como la batería es extraíble, con lo que si el usuario quiere cambiarla por otra podrá hacerlo.
Más allá del teléfono uno de los puntos fuertes de Intex es el cuidado por la experiencia del usuario usando su smartphone. Por ello, pese a que cuesta 85 euros (20 euros menos durante diciembre) la compañía incluye en la caja unos auriculares, una funda para la parte trasera y un protector de pantalla. Eso sí, cabe tener en cuenta que sólo trae cable para cargar, y no la toma a la corriente eléctrica.
Sin embargo, el verdadero valor añadido de Intex a este teléfono está en la garantía. La compañía India extiende hasta los cuatro años la garantía de todos sus terminales, una estrategia con la que buscan tener siempre satisfecho al cliente y con la que están "completamente seguros" de la calidad de lo que ofrecen, "si no lo estuviéramos no daríamos cuatro años de garantía", comentaba en su día Ureña.