Economía
- 22/05/2017, 08:24
La corrupción, el paro, la precariedad laboral, la desafección política, la violencia machista... Los españoles tienen ya demasiadas razones para el enfado o, al menos, la preocupación. Sin embargo, hay determinados problemas que marcarán el futuro del país y que pasan más desapercibidos tanto en los debates políticos como en las tertulias de sobremesa. Nos referimos a los que tienen que ver con la demografía: el envejecimiento de la población, la bajísima tasa de natalidad y la despoblación imparable del interior rural de la península.