- 24/12/2020, 13:51
Son tales las expectativas que ha levantado el discurso del Rey esta Nochebuena, a causa de los escándalos protagonizados por su padre, el Emérito, que algunos analistas se plantean, no ya si va a aludir a don Juan Carlos o a posibles reformas en la Monarquía para impedir que la corrupción inunde el palacio de la Zarzuela, sino si habrá una transformación incluso del formato de la alocución, convirtiendo la fría comparecencia del Monarca que hemos visto hasta ahora (solo, en una gran salón), en algo más cálido, cercano, sincero y familiar. Si lo que hay que salvar es la Institución por encima de las personas, ¿qué idea superaría la de aparecer junto a la Heredera, un valor seguro, puro, inmejorable e imagen del futuro?