
Hace apenas un mes, el sector del turismo veía como la tormenta del coronavirus no terminaba de escampar. La hostelería y la hotelería temían un verano sin turistas internacionales, de confinamiento o en fases de desescalada, lo que se llevaría por delante toda la temporada, la más importante. Sin embargo, parece que todo se está encauzando poco a poco. La propia ministra de Industria, Reyes Maroto, asegura que las previsiones del turismo para este verano son buenas. Una ansiada nueva normalidad que pone rumbo a la era pospandemia, una que estará dominada por un estricto control sanitario que evite el temido rebrote. Responsabilidad que no solo atañe a las administraciones, el sector privado y la ciudadanía también están llamados a prevenir el contagio. Y no solo en términos de salud, sino también empresariales. "La seguridad sanitaria es nuestro principal foco de atención para el futuro próximo", sentencia en una entrevista para Status Christoph Schmidinger, vicepresidente regional de Four Seasons y gerente general del hotel, que abre el próximo 1 de septiembre.

Christoph Schmidinger, en la compañía desde 1993, tenía un gran reto por delante: inaugurar el primer hotel Four Seasons de Españaa. Y hacerlo, además, en uno de los proyectos inmobiliarios más destacados de la ciudad de Madrid, el Centro Canalejas, que suma 600 millones de inversión. Ahora debería estar trabajando con el hotel abierto, pero la crisis del coronavirus se ha cruzado en los planes de la cadena y del propio Schmidinger. Porque en este momento su tarea no solo es comprobar que todo está correcto y según los estándares de calidad de Four Season, sino que tiene que asegurar la máxima salubridad: "La seguridad sanitaria será la razón principal que infuirá a muchos clientes a la hora de tomar decisiones". Así, entre sus prioridades, no solo está velar por que todo esté perfecto, sino en cambiar la forma en que se hacen las cosas. "Necesitamos modificar la manera en la que nuestros empleados gestionan las toallas o la limpieza de los baños y las áreas comunes". Además, el hotel va a asegurar un sistema de transporte privado desde el aeropuerto para sus clientes.
A pesar del contratiempo del coronavirus, Christoph Schmidinger está muy orgulloso y emocionado del proyecto que está liderando en Madrid, porque confiesa que Four Season llevaba mucho tiempo con la idea de tener un hotel en el centro de la capital de España. Relata que se siente muy contento en este país, donde lleva viviendo un año, porque ama la cultura nacional y por el equipo de profesionales españoles que le acompañan, "con mucha experiencia en el sector".
Así es el interior del Four Season de Madrid: 200 habitaciones y suites, y 22 pisos de lujo

Con un gran vestíbulo que da la bienvenida a los huéspedes, el Four Seasons alberga 200 alojamientos para huéspedes, así como tres restaurantes y bares, espacios para eventos, un spa de clase mundial y un gimnasio con piscina. Y estará conectado a 15.000 metros cuadrados de tiendas de lujo y gastronomía en Galería Canalejas.
Sin embargo, lo más destacado del nuevo establecimiento, por la novedad en el mercado español, son los 22 apartamentos de lujo con servicios asociados al hotel. Eso significa que los propietarios de los inmuebles cuentan con un servicio de concierge, que se dedica a atender las necesidades de los propietarios. De esta manera, estos pueden solicitar, por ejemplo, la compra de entradas para cualquier evento, el alquiler de un coche, un servicio de comida o que les preparen la casa para cuando ellos lleguen. Y podrán disfrutar del spa y gimnasio del hotel.
Este proyecto, que se unirá a una creciente colección de propiedades históricas de Four Seasons, ha sido desarrollado junto a OHL y Mohari Hospitality. Estudio Lamela fue el elegido para dirigir el proyecto arquitectónico. Los interiores son de un conglomerado internacional de diseñadores, que incluye Bamo, BG Architecture, Martin Brudnizki, AvroKO y Luis Bustamante. "Realmente ha sido un trabajo de pasión y amor, ya que estos hermosos edificios se transforman en un escenario fantástico para un nuevo capítulo en sus historias", relata Christoph Schmidinger.
El chef Dani García, al frente de las cocinas
Otro de los objetivos clave del hotel es posicionarse como un nuevo destino culinario, para lo que han elegido a Dani García como el chef que liderará el concepto gastronómico principal y también dará su toque personal en los desayunos. El cocinero malagueño, que hace dos años decidió renunciar a las tres estrellas Michelin, afronta en este nuevo proyecto una brasserie brillante y vívida, con un toque sofisticado, donde los huéspedes locales e internacionales puedan también saborear los toques de cocina andaluza, propios de García. Se trata de una apuesta sofisticada, pero desenfadada, que coincide con la línea empresarial que ha seguido el chef después de abandonar la guía francesa, con marcas como Lobito de Mar, Bibo o Leña. De hecho, Schmidinger asegura que no está dentro de los planes de Four Season entrar en la carrera de las estrellas Michelin.
Los otros espacios gastronómicos están protagonizados por un gastrobar, que se animará a explorar y modernizar el terreno de las tapas españolas, agregando sabores asiáticos en tendencia y maridándolas con cócteles de vanguardia en un espacio creado por el estudio de diseño global AvroKO. Además, junto al lobby, un bar y salón de área abierta será el lugar ideal para reunirse y beber.
Galería Canalejas
La tercera parte de este gran proyecto del sector de lujo, aunque no pertenezca a Four Season, es la Galería Canalejas, el macroproyecto que aúna comercio, turismo y gastronomía de alta gama. "Es un nuevo icono, es crear algo nuevo que no existía a día de hoy, es un nuevo concepto que no existía en España. Queremos conseguir que ese cliente internacional de lujo encuentre experiencias más allá de las compras, lo que sí se encuentra en grandes ciudades internacionales, era algo que faltaba en Madrid", explica a Status Juan Pablo García Denis, el director de esta área comercial.
Este complejo contará con una zona comercial de 15.000 metros cuadrados, que tendrá toda una planta destinada a restauración, en la que otros reconocidos chefs abrirán nuevos establecimientos. Concretamente, la galería comercial, que ocupará la planta baja, la primera y la menos uno, se dividirá en 47 locales, de los que 30 serán tiendas de moda y complementos de lujo. El resto serán 17 restaurantes, que se compondrán de establecimientos tradicionales y de puestos gastronómicos.
"Galería Canalejas será mucho más que compras, será gastronomía, historia, cultura una experiencia que hará que Madrid esté en el mapa de esos turistas que hoy están en París, mañana en Londres y pasado en Shanghai", sentencia García Denis.