La mejoría experimentada a finales de 2013, gracias a la repercusión de la producción petrolífera, el fuerte crecimiento del crédito y las medidas para estimular el empleo local sobre la demanda interior, justifica una moderada mejora de nuestras previsiones de crecimiento. Los principales indicadores de la demanda interior siguen siendo sólidos, pero creemos que el crecimiento se estabilizará en torno al 4% cuando la política fiscal adopte una postura cercana a la neutral y el crédito disminuya. La producción de hidrocarburos de Arabia Saudí seguirá disminuyendo en 2014. El gasto público sigue siendo el principal motor de la demanda interior, mientras que el programa Nitaqat (saudización) está estimulando el empleo. La inflación oficial sigue siendo moderada, y la limitada presión de los precios implica que la Agencia Monetaria de Arabia Saudí se mantendrá a la espera mientras también lo haga la Reserva Federal. Los superávits dobles de Arabia Saudí se están reduciendo, aunque superan ampliamente los de la mayoría del resto de países exportadores de petróleo.
Por Rachel Ziemba.