
La factura electrónica ya empieza a ser una realidad para muchas empresas, pero otro gran porcentaje todavía se resiste a ella. A tan solo tres meses para su entrada en vigor (julio), un 41% de pymes todavía realizan la facturación de sus negocios con los métodos tradicionales: lápiz y papel o una hoja de cálculo en excel. Un 22% trata de adaptarse a través de la adopción de un software en la nube y un 37% ya ha adoptado un software como el que estipula Hacienda. Son los datos que se recogen del Informe Emprende. Estudio sobre emprendimiento y pymes en Europa, elaborado por Holded en colaboración con Visma.
Además, las que utilizan un software profesional para realizar su facturación dejan atrás el estigma sobre que la factura electrónica hará perder el tiempo a los negocios, ya que el 54,1% reconocen que el tiempo que dedicaban a las tareas de facturación se ha reducido moderadamente (30%) o considerablemente (24,1%), frente al 11% que estima que su tiempo ha aumentado y un 26.8% que reconoce que no ha sufrido ningún cambio.
La ley Antifraude, que es por la que entrará en vigor la factura electrónica en julio, y la Crea y Crece, que trata de potenciar la innovación tecnológica en las empresas y que se implantará el próximo año, ayudarán a las empresas a reducir el tiempo que pasan realizando tareas administrativas.
Y es que, 5 de cada 10 emprendedores dedican más del 40% de su tiempo a este tipo de funciones. Cabe destacar que las empresas que no adopten el sistema Verifactu, se enfrentan a multas de entre 50.000 y 150.000 euros, confirman desde Holded. Las empresas y profesionales que no usen software certificado pueden ser multados con hasta 50.000 euros por ejercicio fiscal. En el caso de los proveedores de software que no cumplan con los estándares establecidos, la multa asciende a los 150.000 euros anuales. Y a quienes comercialicen o distribuyan el software sin certificación las multas pueden acarrear penalizaciones de hasta 1.000 euros por licencia.

A pesar de que hay algunas empresas que ya van tarde a la hora de implantar un software para trabajar, muchas de ellas ya lo utilizan y, la mayoría, lo hacen para hacer frente a las tareas de facturación, entre otras funciones administrativas. En concreto, el 59,1% de las empresas españolas declararon utilizar este tipo de herramientas tecnológicas para la facturación, frente al 49,7% para la contabilidad, y el 37,9%. Además, un gran número de pequeñas y medianas empresas también lo utilizan para realizar las nóminas de sus empleados. Así, el 47 % de los encuestados reconoce que consigue ahorro de tiempo y mejora de la eficiencia con el uso de software profesional de nóminas (instalado o basado en la nube).
Sin embargo, el 35% no sabe cuál es su principal herramienta de gestión de nóminas. Lo que puede sugerir que una gran parte de las pequeñas y medianas empresas apueste por la externalización de este servicio. De los que la utilizan, el 21%de ellos tienen la percepción de que es una herramienta que ayuda a ahorrar tiempo de manera significativa y un 26,4% observó una mejora moderada. Esto indica que el uso de software profesional para nóminas contribuye positivamente a la eficiencia.
Retos de las pymes
Las reticencias de los empresarios a adoptar nuevas medidas van ligadas directamente a la dificultad que encuentran a la hora de entender las legislaciones financieras. Es fundamental para los dirigentes de las pymes comprender y adherirse a todos los requisitos reglamentarios, no solo los relacionados con las innovaciones tecnológicas, sino también los que se relacionan con las actividades que realizan. Por este motivo, los emprendedores se enfrentan casi a diario a una gran cantidad de normas y cambios que pueden incurrir en gastos para obtener una asistencia especializada simplemente para poder comprender las leyes y cumplir con la legalidad. También se relaciona directamente con la sobrecarga de tareas administrativas a las que tienen que hacer frente a la hora de desempeñar su negocio. Estas responsabilidades del día a día desvían la atención de la rentabilidad y el éxito general.
En el estudio de Holded se desprende que conseguir financiación, estar al día con las leyes y la competencia son los tres aspectos que perciben como muy desafiantes. Además, estos factores afectan directamente la viabilidad y el crecimiento de nuevos negocios, subrayando la importancia de acceder a recursos financieros, comprender las leyes y de saber diferenciarse en un mercado competitivo.
La legislación es percibida, para el 43,8% de los encuestados, como la más difícil para mantenerse al día. Esto se debe a la inestabilidad normativa y a las constantes modificaciones de las leyes que influyen directamente en las actividades de las empresas. Estas dificultades hacen que las empresas opten por externalizar las funciones de facturación y gestión de nóminas a asesores y gestores, que cuentan con una gran valoración dentro de las pequeñas y medianas empresas, ya que también les aconsejan a la hora de hacer una transición tecnológica al aconsejarles sobre los programas o los productos por los que tienen que hacer una inversión, ya que serán los óptimos para sus negocios.