
Los médicos ya no aguantan más. Llevan trabajando sin material de protección suficiente desde el comienzo de la crisis sanitaria del coronavirus y cuando por fin les llegó una remesa de mascarillas que aliviaba la situación, no cumplía los estándares de calidad.
Hay miles de profesionales afectados, que pueden estar contagiados pero que seguro estarán de cuarentena durante las próximas semanas. El Consejo General de Colegios de Médico, órgano que representa a toda la profesión, ha decidido personarse como acusación particular por los casos derivados de contagio. "Este hecho intolerable no solo genera más desconfianza en la acción del Gobierno, sino que se suma a la situación de indefensión a la que están sometidos los profesionales sanitarios. El Consejo General se personará como acusación particular en aquellos casos de contagio derivados del uso de las mascarillas defectuosas", dicen.
La historia de las compras que ha llevado a cabo el Ministerio de Sanidad distan mucho de la eficiencia exigible a un Gobierno. El último capítulo lo han protagonizado estas mascarillas que "no cumplen con ninguna clasificación indicada en la norma de la Asociación Española de Normalización", dicen el órgano colegial. Miles de mascarillas que durante diez días utilizaron los profesionales en los hospitales para atender a enfermos de coronavirus y que ahora han tenido que retirarse por el riesgo a estar infectados.
Fue el 7 de abril cuando el Ministerio de Sanidad envió a las comunidades autónomas el material (de la empresa Garry Galaxy) que tanto tiempo llevan demandando los sanitarios para defenderse del Covid-19. Durante varios días estuvieron trabajando con ellas puestas sin saber el riesgo que corrían hasta que el 16 de abril el Ministerio de Trabajo enmendó a Salvador Illa y su equipo. Las mascarillas no servían para protegerse durante el tiempo que indica la ficha técnica del producto.
El Ministerio de Trabajo se puso en contacto con la Dirección General de Farmacia para solicitar que, de manera inmediata, enviara un correo electrónico a las comunidades autónomas avisándoles de error cometido. No fue hasta ese momento, y por imperativo, cuando la directora del área, Patricia Lacruz, envió a los 17 territorios un mail en el que le instaban a retirarlo, según explican varias comunidades consultadas por este periódico.
El caos generado es tal que ni siquiera los médicos tienen los datos claros. El Consejo General dice que no se puede saber el alcance del daño que ha podido causar esta falta de protección, mientras que el mismo órgano representante de enfermeros señala que es imposible saber cuántos profesionales están infectados.
Los datos actualizados este martes por el Ministerio de Sanidad son de 31.788 contagiados entre el personal sanitario de un total de 204.178 en toda España, un 15,5%. El propio Ministerio de Sanidad ya reconoce que la falta de equipo entre los profesionales ha agudizado su contagio, según recoge en la información científico técnica de la pandemia. "Esta transmisión por escasa protección pudo ocurrir posteriormente por el grave problema de desabastecimiento de equipos", dicen.