Saludable

Oro líquido: el aceite de oliva frena el envejecimiento y ayuda al corazón

  • Pese a su alto contenido calórico, el aceite de oliva ayuda a combatir la obesidad
  • Es rico en ácidos grasos monoinsaturados con un 77%
  • España, pionera en su producción, posee los mejores aceites del mundo
Foto: Archivo

Sus innumerables beneficios para la salud y su sabor lo han puesto como pilar de la dieta mediterránea. España es pionera en su producción y atesora los mejores aceites del mundo.

El aceite de oliva es uno de los pilares de la dieta mediterránea, un ingrediente del que cada español consume 12 kilos al año, frente a los 0,4 gramos por persona en el resto del mundo. No es de extrañar, pues que España sea el principal productor de este alimento al que ya Homero denominó "oro líquido". Hasta el punto que de cada dos botellas de aceite de oliva que se consumen en el mundo, una es española.

Se trata de la grasa más saludable que existe por su gran contenido en antioxidantes y vitaminas, además de ayudar a reducir los niveles de colesterol, prevenir enfermedades cardiovasculares o la diabetes, además de ser una ayuda fundamental en la lucha contra la obesidad y frenar el antienvejecimiento.

En los últimos años, distintas investigaciones científicas han demostrado sus múltiples beneficios para la salud. Rico en vitamina A, D, E y K reduce los niveles de colesterol y tiene además un efecto preventivo de las enfermedades cardiovasculares, ya que aumenta el HDL, el denominado colesterol bueno.Pero es que, además, las dietas ricas en aceite de oliva pueden atenuar el efecto de los alimentos grasos en la formación de coágulos sanguíneos, lo que podría prevenir incluso enfermedades como la arteriosclerosis.

La estrella de gastronomía española se incluye en el grupo de grasas monoinsaturadas, las popularmente conocidas como "grasas buenas". Son aquellas que en lugar de taponar las arterias, ofrecen beneficios al organismo; aportando nutrientes esenciales para las células y equilibrando los niveles de colesterol en la sangre.

Según un reciente estudio de la FDA norteamericana, es probable, de este modo, que el ácido oleico del aceite de oliva virgen extra pueda reducir el riesgo de sufrir enfermedades coronarias. De hecho, muchos de sus componentes poseen propiedades que pueden ayudar a reducir la presión sanguínea, prevenir la ateroesclerosis y protegernos de infartos de miocardio.

El control del colesterol

Y es que el aceite de oliva virgen extra es en rico en ácidos grados monoinsaturados (77%), en particular en ácido oleico que, según distintos estudios, puede ayudar a mantener los niveles normales de colesterol comiéndolo con moderación y así reducir el riesgo de enfermedades relacionadas con el costerol alto.

El colesterol de las lipoproteínas de baja densidad (LDL), conocido también como el "colesterol malo", es el tipo de lípido que se relaciona con un mayor riesgo de sufrir complicaciones cardiovasculares, como infartos de miocardio.

Deoleo, empresa española líder mundial en aceite de oliva con marcas como Carbonell, Bertolli o Carapelli, explican que "en los últimos años, la investigación científica ha confirmado que el consumo de aceite de oliva virgen extra está ligado a multitud de beneficios para la salud ya que trata de un producto que tiene una mayor cantidad de ácidos grasos monoinsaturados (MUFA) que otros aceites vegetales". Los MUFA se consideran una grasa vegetal saludable, que también se encuentra, por ejemplo, en las frutos secos, los aguacates o el chocolate negro.

"El aceite de oliva también puede ayudar a fortalecer los vasos sanguíneos, reducir el riesgo de enfermedades cardíacas y proporcionar nutrientes para ayudar a mantener las células", aseguran desde el grupo aceitero. Los antioxidamente funcionan ralentizando o incluso previniendo la actividad dañina de los radicales libres en nuestro grupo y el aceite de oliva es una gran fuente de varios de ellos.

De hecho, una cucharada proporciona el 8% de la dosis dietética recomendada de vitamina E, que está relacionada con la disminución del proceso de envejecimiento de nuestras células. Los estudios indican que los polifenoles y las grasas monoinsaturadas que lo componen pueden ralentizar el desarrollo de la artritis reumatoide y la pérdida de masa ósea, que suelen producirse en personas de edad avanzada, protegiendo incluso contra el alzheimer.

Menor riesgo de ictus

Otro de los beneficios afecta directamente al cerebro ya que se ha detectado una estrecha relación entre una dieta rica en aceite de oliva y un menor riesgo de ictus. En este sentido, un estudio publicado por Academia Americana de Neurología sugiere, incluso, que el consumo regular de aceite de oliva puede ser un método "asequible y sencillo" de evitar este accidente tan frecuente y devastador.

Se ha demostrado, por otro lado, que una dieta rica en aceite de oliva una ayuda en el tratamiento de la diabetes y que puede ayudar a prevenir o retrasar incluso la aparición de la enfermedad. Los expertos explican que "la diabetes se ha convertido en un gran problema de salud en todo el mundo, pero la abundancia de antioxidantes del aceite de oliva ayuda a reducir los efectos del estrés oxidativo que sufren los diabéticos debido a los altos niveles de azúcar en la sangre".

Por lo tanto, reduce el riesgo de complicaciones derivados de esta enfermedad, así como los daños nerviosos que causa, como la neuropatía diabética y la neuropatía retiniana. Además, el oleocanthal, un tipo de compuesto fenólico natural que se encuentra en el aceite de oliva virgen actúa como agente antiinflamatorio, lo que evita así inflamaciones crónicas causadas por la diabetes.

Pero no solo es eso. Aunque todavía faltan datos concretos, y a la espera de que vayan avanzando nuevas investigaciones, el Consejo Oleícola Internacional sostiene que puede además ayudar en la prevención de diversos tumores como el de mama, próstata o intestino.

Por su alto contenido calórico (9 kilocalorías por gramo) se podría pensar que no es apto para prevenir o acabar con la obesidad; sin embargo, numerosos nutricionistas recomiendan su consumo por encima de otras grasas que consumimos habitualmente como la mantequilla, la margarina, el aceite de girasol o el aceite de palma. De hecho, desde el Consejo Oleícola Internacional mantienen que una dieta rica en aceite de oliva conduce a una pérdida de peso mayor y más duradera que una dieta baja en grasas.

Frente a la obesidad

"El aceite de oliva virgen extra puede ayudar a reducir los niveles de obesidad, ya que su consumo nos hace sentirnos saciados durante más tiempo", según los nutricionistas. Esto no debería sorprender a nadie, puesto que el aceite de oliva es una de las bases de la dieta mediterránea, un patrón alimentario que ha demostrado ser uno de los mejores para perder peso y mantener un peso saludable. En Acesur, la empresa andaluza propietaria de Coosur o La Española, señalan, por otro lado que el aceite de oliva permite su reutilización mucho más allá que otras grasas.

Según aseguran en esta compañía, "esto es debido, fundamentalmente, a los nutrientes que contiene, sobre todo su contenido en antioxidantes, que permiten que se degrade menos por la acción de las altas temperaturas de cocinado". Además, el aceite de oliva, sobre todo los de mayor calidad, tiene el llamado punto de humo (la temperatura en que el aceite comienza a ahumar y a descomponerse) más alto que otros y, por tanto, se puede calentar más sin que comience a degradarse.

Tipos de aceite de oliva

Los diferentes aceites de oliva se diferencian por su calidad, la cual, entre otros factores, se expresa en la acidez presente en cada 100 gramos de producto. El aceite de oliva virgen extra (AOVE) tiene un máximo de acidez de 0,8 gramos por cada 100. Se obtiene únicamente de aceitunas en su momento óptimo de maduración y se trata solo mediante procedimiento mecánicos.

La calidad de este aceite hace que aporte antioxidantes naturales y otros beneficios para la salud. Pueden provenir de una sola variedad de aceituna o de distintas variedades en distintas proporciones.

Los aceites de oliva vírgenes también están compuestos en su 100% del zumo de la aceituna, pero no consiguen el nivel de excelencia de los aceites virgen extra, pues su nivel de acidez se encuentra entre el 0,8% y el 2%. Tiene, prácticamente, los mismos beneficios que el extra.

El aceite de oliva que contiene mezcla del refinado y del virgen en una proporción variable se elabora a partir de aquellos aceites vírgenes que no han alcanzado los niveles de calidad. Su grado de acidez es de 3,3 gramos por cada 100.

España, que atesora el 25% de superficie de olivar del mundo, ha situado en el ranking mundial a ocho aceites entre los diez mejores del mundo. Pero aún así, en el sector hay numerosas iniciativas para seguir incrementando día a día aún más el nivel de calidad en la producción.

Así, en estrecha colaboración con los agricultores, Dcoop, la mayor cooperativa de aceite a nivel mundial, ha puesto en marcha el Proyecto Maestro, una iniciativa que va en la línea de fomentar la producción de aceites de calidad, mejorando la comercialización de este tipo de los mismos y reforzando su imagen.

"El Proyecto Maestro nace en respuesta a la inquietud de nuestras cooperativas por gestionar aceites tempranos y de calidad con el objetivo de incentivar la producción de este tipo de aceites, optimizar la venta a granel y tener un referente de aceite verde envasado de Dcoop", aseguran en la compañía.

El aceite de oliva virgen extra avanza de este modo con paso firme en su consolidación en las dietas no solo del área mediterránea, sino de todo el mundo, como un producto saludable e imprescindible en nuestra alimentación diaria.

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