
Rovi sorprende con sus resultados hasta septiembre. Cuando la propia compañía esperaba reducir ingresos, motivado principalmente por el fin de la pandemia y la consecuente bajada en la fabricación de vacunas de Moderna, la farmacéutica ha elevado sus ventas en un 3% y ha mantenido prácticamente plano su beneficio en comparación con los primeros nueve meses de 2022. El mercado ha reaccionado positivamente a estas cifras y al comienzo de la jornada la acción de la firma de los López Belmonte subía más de un 6%.
Los ingresos de la compañía sumaron 594,9 millones de euros, motivados por la fabricación a terceros, que crecieron en un 7% respecto al mismo periodo del año anterior. La compañía ha conseguido capear la reducción de demanda de vacunas covid con una reorientación del negocio hacia productos de valor añadido, además de haber conseguido "ingresos relativos a las actividades desarrolladas para preparar la planta para la producción de la vacuna bajo el acuerdo con Moderna". En síntesis, Rovi ha ingresado una parte del contrato firmado con Moderna a diez años para adecuar sus fábricas a la fabricación del suero contra el coronavirus. Por otro lado, la facturación por los productos farmacéuticos propios se mantiene estable.
Rovi, además, ha conseguido en el mes de septiembre la certificación de la FDA estadounidense para poder envasar vacunas de Moderna que después se vendan en el mercado estadounidense, por lo que se espera que los ingresos por esta rama puedan crecer a partir de ahora. La agencia reguladora, por otro lado, ha fijado una nueva revisión para el último medicamento de Rovi, Okedi (se utiliza para la esquizofrenia) tras el varapalo que supuso su negativa en julio. Fue entonces cuando pidió más especificaciones de las fábricas de Rovi y la compañía ya ha enviado los expedientes. Ahora, la nueva fecha marcada en rojo para conquistar el mercado estadounidense con este producto será el 29 de marzo de 2024. El producto, que ya está disponible en algunos países europeos, como España, sigue evolucionando positivamente en ventas y su facturación creció un 27% respecto a lo comunicado en el primer semestre.
Las heparinas, por su parte, siguen sufriendo el exceso de demanda que existió en 2022. Fue entonces cuando como consecuencia de ser seleccionadas como medicamento crítico, muchos compradores incrementaron sus pedidos para hacer frente a tratamientos relacionados con el coronavirus. Ahorala facturación ha disminuido un 10%, hasta los 181,7 millones de euros en los nueve primeros meses de 2023.
Estos datos provocan que el beneficio neto de la firma de los López-Belmonte se mantenga prácticamente estable. En los primeros nueve meses del año sumó 118,8 millones de euros, lo que supone un 2% menos que en el mismo periodo del año anterior. Además, la evolución del negocio provoca que la farmacéutica vuelva a revisar al alza su previsión de ingresos operativos para el año 2023, pasando desde una disminución de la banda alta de la primera decena, con respecto a 2022, a unas ventas estables. Además, para 2024 Rovi anuncia que sus ingresos operativos disminuirán en la banda media de la primera decena, si bien deja condicionada la previsión a conseguir nuevos clientes para su negocio de fabricación a terceros, además de la incógnita de las vacunas que se puedan necesitar el año que viene.
En relación a la caja de la compañía, a 30 de septiembre de 2023, Rovi tenía una posición de tesorería bruta de 57,8 millones de euros comparada con los 126,4 millones de euros a 31 de diciembre de 2022. Por otro lado, la deuda neta es de 5,8 millones de euros frente a una caja neta de 54,2 millones de euros a 31 de diciembre de 2022.