El listado de medicamentos estratégicos en España se encuentra en continúa actualización. Actualmente cuenta con 541 fármacos con 291 principios activos diferentes. De estos, los dirigidos al sistema nervioso central lideran el documento siendo los más comunes. De hecho, dos de cada diez tratamientos de la lista se administran para este tipo de patologías.
España fue el primer país de Europa en establecer un listado de medicamentos estratégicos. El objetivo era asegurar el abastecimiento y garantizar su acceso. En segunda posición, después de los dirigidos al sistema nervioso, se encuentran los antiinfecciosos con un 22%. Le siguen los oncológicos con un 13%.
Un medicamento se considera estratégico cuando es crítico o esencial para el sistema sanitario. De hecho, deben ser muy necesarios para tratar a determinados pacientes, "puesto que estos no tienen alternativas terapéuticas o estás no son satisfactorias", afirma Farmaindustria. Además, deben considerarse vulnerables al suministro debido a que están comercializados por uno o dos laboratorios como mucho.
Por otro lado, casi la mitad de estos fármacos, concretamente el 43%, han sido autorizados antes del cambio de siglo. De hecho, la gran mayoría no cuenta con protección de patente y algunos de ellos tienen unos precios muy bajos "en constante erosión por estar sometidos al sistema de precios de referencia". La patronal ve necesario "impulsar una modificación normativa de manera que el precio de estos medicamentos se fije por la Administración caso a caso y no por el automatismo de este sistema"
Además, Farmaindustria afirma que los medicamentos que tienen un valor económico por debajo del precio de referencia necesitan una protección económica que "aún queda por desarrollar". Esta debería permitir la revisión del precio al alza de algunos de estos tratamientos lo que contribuiría a su mantenimiento en el mercado. "Muchos de estos fármacos tienen escasos volúmenes de venta lo que sumado a precios bajos y pocos fabricantes supone un reto a su viabilidad comercial", recalca la patronal.
Las característica de los medicamentos considerados estratégicos pueden llevar a su desaparición del mercado o a su producción mayoritaria en países como China o India, donde los costes de producción son menores y las condiciones de implantación menos exigentes. Muchos de los medicamentos que están en la lista de estratégicos no cuentan con una alternativa terapéutica fácil y sus problemas de suministro generan significativos problemas al Sistema Nacional de Salud (SNS).
El hecho de disponer en España y Europa de producción propia de medicamentos estratégicos otorga al país y al entorno una mayor autonomía estratégica. Esto supone mayor seguridad ante desafíos futuros o pasados como el aumento de la demanda de fármacos que provocó la pandemia o el desajuste en las cadenas de producción que ha provocado la Guerra de Ucrania.
España cuenta con 103 plantas de fabricación de medicamentos de uso humano y es, de hecho, uno de los países europeos con más potencial de fabricación farmacéutica. Producirlos en España garantizaría en el país el acceso rápido y continuado a los tratamientos que se necesiten. También tendría un impacto directo en la economía del país, por las consecuencias sobre el empleo, la productividad y la economía, gracias a la inversión de las compañías farmacéuticas en las plantas de producción ya instaladas o en plantas de nueva creación