Salud Bienestar

Ferrer compra una molécula a la suiza Asceneuron para una enfermedad neurodegenerativa rara

  • La partícula será la única solución para el tratamiento de la parálisis supranuclear progresiva
  • La firma catalana iniciará ahora la fase 2 y, si todo va bien, aspira a lanzarla al mercado a partir de 2030
Mario Rovirosa, consejero delegado de Ferrer. Reuters
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Los laboratorios Ferrer avanzan en su estrategia de especialización. Dentro de su apuesta por el campo de la neurología, la compañía catalana ha cerrado la adquisición de los derechos a nivel mundial de la molécula ASN90, un posible tratamiento para la parálisis supranuclear progresiva (PSP), enfermedad hasta el momento sin cura y relacionada con el párkinson y el alzhéimer. La organización ha llegado a un acuerdo con la suiza Asceneuron –participada por Johnson & Johnson y Merck- para terminar el desarrollo y comercializar el producto por un precio no revelado.

La adquisición incluye los derechos de la molécula a nivel mundial. La firma tiene ahora que desarrollar la fase 2 del producto por lo que, si todo avanza bien, estima que puede salir al mercado a partir de 2030. "Se debe hacer la fase 2, la fase 3 y luego registrar el fármaco a nivel europeo y americano, aunque también podemos hacerlo en otras geografías en las que estamos presentes", explica Oscar Pérez, director de Desarrollo de Negocios, a elEconomista.es.

Aunque la firma catalana declina detallar los términos económicos del acuerdo, sí explica que incluye una comisión inicial, así como diferentes pagos por hitos comerciales, de desarrollo y regulatorios. "Entra dentro del presupuesto de i+D que tenemos –en 2021 fue de 43,5 millones y subió en 2022 y 2023-", se limita a concretar el directivo. Asceneuron además se reserva un porcentaje sobre las ventas netas mundiales que registre ASN90.

Actualmente la PSP no tiene tratamiento y tampoco se vislumbra ninguno que compita con el de Ferrer

El equipo de i+D de Ferrer tomará ahora las riendas del desarrollo del artículo. La organización presidida por Sergi Ferrer-Salat jugó de manera decidida por el proyecto al no ver ningún tratamiento para la PSP en el horizonte. "Todos los pacientes estarían tratados con nuestra solución. Hay algún fármaco en el camino, pero que no sería un competidor directo; más bien complementario", señala Pérez.

Y es que la apuesta por las enfermedades con baja prevalencia es una de las apuestas de la nueva Ferrer. Aunque mantiene algunos superventas como Gelocatil, su viraje hacia las afecciones pulmonares y la neurología se focaliza también en dolencias raras o sin cura conocida.

En el caso de la PSP, por ejemplo, se detecta en entre 3 y 6 personas por cada 100.000 habitantes, principalmente hombres de entre 60 y 63 años. Las primeras consecuencias son dificultades al caminar, el equilibrio, el habla o la visión por culpa de la acumulación de la proteína tau en el cerebro. Suele causar la muerte en 10 años por las complicaciones asociadas que comporta y actualmente se trata con paliativos.

Las otras iniciativas de Ferrer

En paralelo, la farmacéutica comercializa su polipíldora cardiovascular, que logró una reducción de la mortalidad cardiovascular tras un ataque al corazón en un 33%. En el mismo estadio está la licencia de la biotecnológica Treeway para la esclerosis lateral amiotrófica (ELA).

Además, está trabajando para poder presentar el registro a la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y a las autoridades del Reino Unido para la comercialización del inhalador Tyvaso tras el acuerdo alcanzado con United Therapeutics el año pasado.

A falta de cerrar el pasado ejercicio fiscal, Ferrer cerró el año 2021 con unas ventas de 563 millones y un beneficio neto de 15 millones.

Mientras, Asceneuron es una firma nacida en 2012 como escisión de la farmacéutica alemana. En la última década ha recibido financiación de Johnson & Johnson o el fondo Sofinnova Partners.

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