
El medicamento genérico se encuentra estancado en el mercado español frente al de marca. Desde 2015, la cuota de mercado en unidades de este tipo de fármacos ronda el 41% mientras que en valores se sitúa entorno al 21% desde hace seis años, según el informe "Dinámicas de Genéricos y Marcas: ¿Qué esperar tras la pérdida de patente?, elaborado por la consultora de datos Iqvia.
Este escenario ha llevado a la patronal de los genéricos (Aeseg) a pedir a Sanidad una serie de medidas para impulsar las ventas en España. Entre ellas se encuentra la búsqueda de un diferencial del precio entre el fármaco genérico y la marca durante el primer año de comercialización del primero. Esta medida podría ir acompañada de un copago evitable, en otras palabras, aquellas personas que quisieran comprar la marca pagaría la diferencia respecto al genérico (varios países europeos han adoptado esta medida, por ejemplo, Alemania o Francia). Además, las medidas pedidas por la patronal llega en el momento en el que se está preparando una reforma de la Ley de Garantías y Uso Racional de Medicamento, donde se incluye la política farmacéutica de precios.
Durante 10 años el medicamento innovador o de marca domina el mercado. Transcurrido el periodo de tiempo, los genéricos tienen la oportunidad de crear un fármaco con la misma molécula. Además, el farmacéutico a la hora de dispensar un medicamento al paciente debe darle siempre el más barato. Al tener ambos el mismo precio y al ser más conocido el de marca que el genérico debido a su periodo de exclusividad, el genérico tiene dificultades en sus primeros pasos.
A este hecho hay que sumarle la desigualdad entre comunidades autónomas. Algunos territorios dispensan más medicamentos genéricos como Cataluña con un 57,6% o Galicia con un 34,7% mientras que otros entregan al paciente un mayor número de fármacos de marca como Murcia (51,1%), Comunidad Valenciana (49,5%) o La Rioja (44,8%), según datos del informe realizado por Iqvia. Por otra parte, en cuanto al cambio realizado de marca a genérico y viceversa por el farmacéuticos los datos también son heterogéneos. El cambio de marca a genérico es mayor en Galicia (2,7%), Cataluña (2,4%) o Castilla La Mancha (1,2%) respecto a Castilla y León (0,2%), o La Comunidad de Madrid y las Islas Canarias (0,4%) donde es menor. También el cambio de genérico a marca es más mayor en la Comunidad Valenciana (26,2%), Asturias (2,1%) y Cataluña (2%) y más menor en Andalucía y Castilla y León con un 0,1% o las Islas Canarias (0,6%).
A nivel europeo
"España es uno de los territorios europeos más restrictivos en política farmacéutica", indica Iqvia en el informe. La política española exige a la marca igualar el precio al del genérico a través del Sistema de Precios de Referencia y las dinámicas de financiación si quiere seguir comercializando su fármaco bajando su precio entre un 60 y 80%. Sin embargo, en territorios como Francia, Reino Unido y Francia, existe una reducción similar (entre el 10 y 60%), pero genéricos y marca siempre se quedan a distinto valor económico.
Respecto al precio de referencia y reembolso, los fármacos incluidos en el sistema de precios de referencia deben tener el mismo precio en España que en el país de la Unión Europea con el precio menor. Si no es así, los laboratorios deben ajustar el precio del territorio más económico. Estas limitaciones de precios de referencia no existen en otros países como Reino Unido y Alemania. Además, en España el reembolso se da solo para el precio más bajo de la molécula generificada.
Por otro lado, en el marco de la dispensación y sustitución por genéricos, en España es obligatorio que el farmacéutico ofrezca al paciente el medicamento más barato. En Alemania e Italia es preferente la dispensación de genéricos frente a la marca, mientras que en Francia se puede sustituir a no ser que no sea posible debido a diversas razones. Sin embargo, en Reino Unido no está permitida la sustitución. Cuando el paciente recoge en la farmacia el medicamento prescrito, en el 72% de los casos a nivel nacional se dispensa un genérico mientras que en el 28% se da uno de marca. Además, el nivel de cambio en la dispensación por parte del farmacéutico es mayor ante una prescripción realizada por marca (se cambia a un genérico en el 11% de los casos) que una realizada por genérico (se cambia a marca en el 5% de las veces).
En España no está permitido pagar para acceder a medicamentos más caros. En Francia los pacientes pueden negarse a la sustitución de un medicamento genérico por uno de marca y viceversa pagando el precio total del medicamento el cual será reembolsado por el seguro, mientras que en Reino Unido no existe un copago como tal, pero sí un cargo mínimo para medicinas dispensadas en las farmacias.