
¿Quién no ha entrado alguna vez en una farmacia y ha pedido directamente ibuprofeno, o paracetamol? Esta práctica tan común hoy en día, era imposible hace 25 años. Pero, desde su incorporación al mercado nacional de medicamentos en 1997, los medicamentos genéricos se han ido haciendo un hueco entre los españoles. Sin embargo, a pesar de estar disponibles en la amplia red de farmacias con las que cuenta nuestro país, más de 22.000, su consumo en España es inferior que en el resto de Europa. Concretamente, un 41% frente a un 65% de media europea y fundamentalmente porque nuestro país no cuenta con una legislación que fomente su uso.
Antes de empezar a analizar las ventajas que aportan, vamos a responder a la siguiente pregunta: ¿Qué es un medicamento genérico?
Se trata de un medicamento de igual calidad, eficacia y seguridad que su equivalente de marca (también denominado medicamento de referencia) cuya patente ha caducado. El Ministerio de Sanidad señala que los medicamentos genéricos son fáciles de identificar ya que en sus envases se indica siempre el principio activo que lo compone, seguido del nombre del laboratorio fabricante y las siglas EFG (Equivalente Farmacéutico Genérico).
Ahora que ya sabemos lo que son, vamos a conocer un poco más sobre los medicamentos genéricos y algunas de sus principales ventajas:
1. Cuentan con todas las garantías
En España, todos los medicamentos, sean genéricos o no, tienen que pasar estrictos y rigurosos controles de calidad antes de ser autorizados por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) y/o por la Agencia Europea del Medicamento (EMA). Un aspecto por destacar es que los genéricos, al ser desarrollados años más tarde, cuentan con mejoras frente a los medicamentos de referencia, como nuevas presentaciones, formatos o dosificaciones que ayudan al día a día de los profesionales sanitarios y a mejorar la calidad de vida de los pacientes.
2. Favorecen el acceso a los tratamientos
En general, los fármacos de marca terminan siendo genéricos cuando caduca su patente. Los medicamentos genéricos más conocidos, como el omeprazol, el ibuprofeno o el paracetamol, tratan dolencias leves, pero también existen fármacos genéricos de alta especialización, dedicados a tratamientos contra el cáncer, trasplantes y casos más graves. En España existen genéricos para todo tipo de enfermedades y, en este sentido, permiten que muchas personas tengan acceso a fármacos especializados y reciban tratamientos que, de otra manera, no estarían disponibles.
3. Ayudan a ahorrar dinero
El medicamento genérico sale al mercado cuando termina la patente de la marca. Su precio de lanzamiento es un 40% más económico, de media, que el del medicamento de referencia, porque, al no tener que amortizar la inversión, ya realizada por el laboratorio innovador durante el período de la patente, puede ofrecer un precio más bajo.
De esta manera, los medicamentos genéricos suponen un importante ahorro para el bolsillo de las familias españolas, que pueden pagar menos por medicamentos que cumplen las mismas garantías y, además, permiten reducir el gasto público. De hecho, según datos de la Asociación Española de Medicamentos Genéricos (AESEG), estos fármacos han permitido al Sistema Nacional de Salud reducir el gasto en más de 1.000 millones de euros al año.
4. Potencian la economía española
La industria farmacéutica de medicamentos genéricos es un fuerte motor económico y emplea a más de 40.000 personas en España, entre puestos de trabajo directos e indirectos. Además, invierte el 27% de sus beneficios en innovación y desarrollo, y exporta casi un tercio de la producción nacional, principalmente, a nuestros vecinos europeos. En este aspecto, junto a Italia, somos uno de los países de la UE que más plantas de producción de genéricos tiene en su territorio, 20 en total, que producen 7 de cada 10 fármacos genéricos que se consumen en nuestro país.
5. Son garantía de abastecimiento
Los medicamentos genéricos son clave para cubrir la demanda nacional de medicamentos, dado que tienen un precio más asequible y porque nuestro país cuenta con una industria farmacéutica de genéricos de las más potentes de Europa. Un aspecto aún más importante en tiempos de crisis sanitaria, como se ha podido ver en la lista de medicamentos declarados por la AEMPS como esenciales para el tratamiento de la COVID19, en la que un 70% de los fármacos tienen su correspondiente genérico.
En España, los medicamentos genéricos tienen un gran potencial de crecimiento, pero necesitan de incentivos que impulsen su prescripción y dispensación al mismo tiempo que generalicen su uso entre la población. Porque, en definitiva, son igual de seguros que cualquier otro fármaco y su uso nos beneficia a todos, tanto a nivel económico como a nivel sanitario, garantizando al sistema sanitario disponibilidad y variedad en los tratamientos que requieren los pacientes.
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