
Según una encuesta realizada por Gympass, la plataforma de bienestar corporativo más grande del mundo, España es el país con el porcentaje más alto de personas que defienden que su productividad laboral mejora en la medida en que se incorporan rutinas de bienestar laboral.
Desde hace un año el mundo del trabajo ha experimentado una profunda transformación. Nuevas profesiones y habilidades han nacido con el objetivo de liderar el cambio en el mercado laboral que, junto con las tecnologías y la transformación digital, han aportado nuevas dimensiones a este campo. De entre todas las novedades que ha traído consigo esta pandemia, el bienestar y la salud de los empleados se han erigido como las más importantes. Así, un empleado feliz, sano y satisfecho es, sin duda, un empleado más productivo, eficiente y rentable.
En una época tan convulsa como la actual, son muchas las empresas que se han preocupado por mantener a sus trabajadores lo mejor posible. Pero ¿en qué consiste exactamente atender la salud y bienestar de estos? Cuidar de los empleados no solo es hacerles el examen médico una vez al año, sino poder ir mucho más allá y apostar por el bien más preciado de las organizaciones: las personas. Y es que son muchos los estudios que confirman que el compromiso y la motivación de los empleados se multiplican cuando perciben que su empresa cuida de ellos, es decir, cuando se incorporan programas de wellness o bienestar para sus trabajadores. Con estas acciones se pretende mejorar la calidad de vida ya sea con servicios relacionados con el deporte y la actividad física, como con el cuidado de la mente a través de la gestión emocional.
Actualmente existen multitud de formas de asegurar dicho bienestar, ya sea mediante políticas de conciliación, tan necesarias hoy en día, como con retribución flexible o programas de beneficios e incentivos. Una de las medidas más utilizadas entre las empresas en esta época de constante cambio es el teletrabajo. Menor estrés, mayor flexibilidad de horarios, reducción de gastos, mayor productividad o reducción del absentismo laboral son algunas de las ventajas que trae consigo al facilitar que los trabajadores, gracias a la tecnología, puedan trabajar desde casa. Al final, el bienestar de los empleados va más allá de la salud y del propio entorno de trabajo y, con una buena propuesta de valor, además de asegurar la atracción y retención del talento, se estará reforzando la imagen de la empresa.
Las peticiones de consulta psicológica han aumentado un 20%
El wellness corporativo ha llegado para quedarse y para potenciarse. Según Sage Advice, se trata de un programa pensado para mejorar el bienestar empresarial, que incide en diferentes áreas de los trabajadores con el objetivo de mejorar su salud física y estado anímico. De esta forma, se pueden plantear acciones para la mejora de la alimentación, con la apuesta de menús más equilibrados o programas para la realización del ejercicio físico y del descanso reparador.
En el área mental y emocional, las iniciativas están más enfocadas en intentar mejorar el ánimo con el que los empleados se enfrentan a la jornada laboral. Tristeza, soledad y desesperanza son las protagonistas de la era de la pandemia. De hecho, el Colegio Oficial de Psicología de Madrid estima que las peticiones de consulta en la comunidad han crecido entre un 20% y un 30% debido a las consecuencias del virus.
Cómo afecta la salud en Europa
La importancia de llevar a cabo todas estas actividades se refleja en la reciente encuesta realizada por Gympass, la plataforma de bienestar corporativo más grande del mundo, que ha realizado a nivel internacional a más de 9.000 empleados en 9 países. De ellos, prácticamente el 70% considera que una rutina de bienestar es un factor muy importante que afecta positivamente a su rendimiento en el trabajo.
En relación con los datos de Europa, España es el país con el porcentaje más alto de personas que defienden que su productividad laboral mejora en la medida en que incorporan rutinas de bienestar como parte de su vida cotidiana, con un 71%, frente a los italianos, con un 59% de los encuestados, un 51% de los ingleses y un 47% de los alemanes. En este sentido y volviendo a los datos generalizados, prácticamente el 80% de los encuestados afirman que para ellos es muy importante que sus compañías se preocupen por su salud y pongan a su disposición planes de bienestar corporativo. Estos datos tienen, si cabe, mayor importancia en un momento tan crítico como el actual en el que muchos empleados se sienten desmotivados y experimentan un fuerte agotamiento laboral. La peor cara de la pandemia en este sector se observa en las respuestas a la pregunta: ¿han contribuido su empresa a su bienestar tras la llegada del Covid-19? Y la respuesta mayoritaria es no. Son datos alarmantes que nos indican que todavía queda un largo camino por recorrer hacia el cambio cultural en las compañías, que se ha encrudecido con el estrés, la falta de motivación o el absentismo laboral de los últimos años.
Los problemas de salud generan muchos costes a las empresas
La verdad es que los problemas de salud generan muchos costes a las empresas, a pesar de que se pueden evitar con sencillas rutinas preventivas. Un ejemplo es que en el año 2019 el dolor de espalda representó el 25% de las ausencias laborales, según el informe del Sistema Nacional de Salud de España, lo que podría haberse frenado mucho antes con ciertas actividades propuestas por las compañías.
Como comentábamos en las líneas anteriores, esta preocupación por el bienestar y la salud no es algo nuevo que haya surgido a raíz de la pandemia, sino que tiene su origen en el año 2010 con el documento de la Organización Mundial de la Salud (OMS) "Entornos laborales saludables: fundamentos y modelo de la OMS" y en la Declaración de Luxemburgo, asumida por todos los miembros de la Red Europea para la Promoción de la Salud en el Lugar de Trabajo en 1997. Siguiendo los mismos pasos, AENOR publicó en el año 2012 el primer Sistema de Gestión de Empresa Saludable, con el objetivo de crear un marco de referencia para analizar las condiciones laborales que son necesarias para generar un clima laboral seguro y saludable.
Lo mejor para el empleado
Toda ejecución de un plan lleva antes un trabajo de diagnóstico que identifique cuáles son las necesidades y el objetivo final. De la misma forma, en las empresas hay que conocer aspectos de los empleados para ver qué tipo de medidas son necesarias. Uno de los primeros pasos suele ser la creación de hábitos saludables en los empleados, ya que está demostrado que alguien que sigue una alimentación saludable, realiza ejercicio físico y gestiona adecuadamente sus emociones, tiene más energía y motivación para afrontar los retos laborales, aumentar su rendimiento y su productividad y generar un clima positivo.
Se pueden establecer estrategias para motivar a los empleados
Todas estas ventajas van seguidas de un aumento en el nivel de compromiso del empleado con la empresa, lo que atrae, motiva y retiene a los trabajadores en la compañía. Además, las habilidades que desarrollen estos trabajadores podrán aportar mucho más a la compañía, como es el caso de la creatividad, que ya forma parte de las habilidades más requeridas en el mercado laboral actualmente. Se buscan mentes con ideas innovadoras, capaces de aportar valor y novedad al equipo.
Una vez implantadas las medidas elegidas por la empresa, será necesario llevar a cabo un seguimiento para ver si se están cumpliendo o no los objetivos, pero también para ver si los empleados se sienten involucrados y están participando en las actividades. A pesar de que algunas empresas lo pueden ver como un gasto, se trata de una inversión que la compañía hace directamente en la salud de sus empleados y que tienen un impacto directo en problemas actuales de la sociedad como puede ser la reducción del absentismo, del estrés o la mejora del compromiso y de la imagen de la empresa. Así, la satisfacción laboral se incrementa, a la vez que la motivación y ayuda a lograr los objetivos estratégicos fijados por la empresa.
Aumentar la participación
Este tipo de propuestas no atraerá de la misma forma a todos los trabajadores de una compañía, por lo que habrá que establecer estrategias para que intenten motivar tanto a los empleados más jóvenes como a los que acumulan más años de antigüedad. Muchas organizaciones apuestan por crear un programa de recompensas o reconocimientos para animar a participar a todos y que no sea algo obligatorio. También será necesario establecer una buena política de comunicación, para que todo el mundo esté informado de las actividades, tanto a nivel interno como externo, para que mejore la imagen de la marca.
En definitiva, se trata de apostar por el núcleo de las compañías que siempre serán las personas que la conforman.