Ante el ritmo frenético de la vida cotidiana de millones de españoles y españolas, resulta muy habitual tener el ropero muy desordenado. Sí, hablamos de zapatos sueltos, una camiseta olvidada desde hace meses, bufandas colgando, pilas de ropa medio caídas...
En profundidad
Y es que las prisas del día a día, la falta de tiempo o el cansancio suelen ser las razones más comunes detrás de este caos de los hogares. Pese a que para algunos es solo una cuestión temporal, para otros se convierte en una auténtica constante que no saben cómo abordar.
Y, claro está, detrás de ello hay un aspecto psicológico que a menudo pasa desapercibido. Según los expertos, este hábito no sugiere solo un descuido, sino un síntoma de emociones difíciles o una carga mental que se manifiesta, sobre todo, en el entorno físico.
Más detalles
Por si fuera poco, puede ser un mecanismo de evasión a no llevar a cabo la tarea adecuadamente. Pero esto no es todo:
- Posponer el orden del armario puede estar vinculado a la ansiedad o al miedo de no hacer bien la tarea.
- Si está llena de prendas antiguas, puede exhibir apego emocional a recuerdos de momentos importantes o personas especiales, lo que refleja la incapacidad para dejar atrás el pasado.
- La dificultad de tomar decisiones puede verse reflejada en la elección diaria de ropa.
- El estrés y responsabilidades excesivas pueden manifestarse en la falta de organización.
- El desorden en el armario puede reflejar un caos interno o emocional.
Recomendaciones
Ante este panorama, hay especialistas que recomiendan aprender a doblar y colgar las prendas de manera eficiente para maximizar el espacio y evitar que se amontonen, organizar la ropa por categorías o estaciones y utilizar separadores, cajas y organizadores para encontrar la ropa en cuestión de segundos.
Por último, ejecutar una revisión periódica para donar o vender la ropa que ya no se utiliza. Además de hacer un buen gesto, ayudará a liberar espacio en el ropero y mantenerlo en orden.