Tal y como estaba previsto, este jueves la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha revelado las conclusiones sobre su investigación acerca del aspartamo, uno de los edulcorantes sustitutivos del azúcar más empleados por la industria alimentaria.
De acuerdo a las previsiones, se ha catalogado el aspartamo como posible cancerígeno tras analizar la evidencia científica disponible, la cual consideran de "limitada". Mientras que el Comité Mixto de Expertos en Aditivos Alimentarios de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha advertido un posible vínculo con "algunos efectos cancerígenos y algunos efectos sobre la diabetes tipo 2", el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), perteneciente a la OMS, han avisado, principalmente, de la posible relación del aspartamo con el carcinoma hepatocelular, que es un tipo de cáncer de hígado. En consecuencia, han catalogado el aspartamo como posible cancerígeno en el grupo 2B, el tercer nivel más alto, si bien hacen hincapié en la "limitada" evidencia científica al respecto.
Se han descrito efectos potenciales que deben investigarse mediante más y mejores estudios
"El azar, el sesgo y los factores de confusión no podían descartarse con una confianza razonable y, por lo tanto, determinaron que las pruebas eran limitadas", señalaron los investigadores del IARC. Por ello, instan a desarrollar nuevos estudios. "Las evaluaciones del aspartamo han indicado que, si bien la seguridad no es motivo de gran preocupación en las dosis que se utilizan habitualmente, se han descrito efectos potenciales que deben investigarse mediante más y mejores estudios", ha señalado finalizado el director del Departamento de Nutrición e Inocuidad de los Alimentos de la OMS, Francesco Branca.
La cantidad máxima recomendada
Pese a esta nueva definición, en el mismo estudio la OMS respalda su consumo en las mismas cantidades que, hasta ahora, recomendaba no exceder. En concreto, la OMS recomendaba (y seguirá recomendando) no exceder los 40 miligramos de aspartamo por kilogramo de peso corporal. De hecho, los mismos expertos han rechazado la posibilidad de reducir esta recomendación. ¿Esto es mucho? ¿Es poco?
Desde los años 80 en adelante, los consumidores han podido encontrar aspartamo como sustitutivo del azúcar en productos como bebidas dietéticas (incluyendo los refrescos bajos en azúcar), chicles, gelatinas, helados, productos lácteos como el yogur, cereales para el desayuno, dentífricos y medicamentos como pastillas para la tos y vitaminas masticables.

Por poner un ejemplo, una lata de refresco común contiene de media 200 o 300 mg de aspartamo. Si cogemos como referencia a un adulto de 70 kilogramos de peso corporal, necesitaría consumir más de 9-14 latas al día para superar la ingesta diaria admisible, suponiendo que no se produzca ninguna otra ingesta procedente de otras fuentes alimentarias. Es, por tanto, difícil sobrepasar la cantidad máxima diaria recomendada.
Sin embargo, el peligro real, según ha destacado Branca, está en el excesivo consumo que puedan tener los más pequeños. "Pongamos el ejemplo de un niño que pesa 20 kilos. Eso significa que el límite diario son 800 miligramos, es decir, 2 o 3 latas al día de refresco. Es posible que los niños corran un riesgo elevado porque el inicio del consumo a una edad temprana les acostumbra a ese sabor y a esos niveles, pero también porque la exposición es a largo plazo y no estoy seguro de que nuestros estudios puedan concluir los efectos de una exposición a lo largo de toda la vida".
Sólo aconsejamos un poco de moderación. Existe la opción de reducir el dulzor de los productos o consumir productos que tengan otras formas de sabor dulce, como la fruta
Pese a todo, la OMS reitera que la recomendación no va dirigida ni a que tanto productores como autoridades "retiren los productos del mercado" que contengan aspartamo, "ni a los consumidores que dejen de consumirlos". "Sólo aconsejamos un poco de moderación. Existe la opción de reducir el dulzor de los productos o consumir productos que tengan otras formas de sabor dulce, como la fruta, que puede utilizarse como postre en lugar de otros productos que contengan otros azúcares o edulcorantes", ha precisado Branca.