
Casi con total seguridad, hemos experimentado alguna vez una situación donde se nos ha interrumpido una conversación, independientemente de si la temática es importante o no. Y duele cuando es en un contexto social, con amigos y familiares. Pero duele mucho más cuando sucede en el entorno laboral.
Por lo general, este tipo de episodios frustran y pueden convertir las relaciones e interacciones cotidianas en una experiencia de desgaste. Suele ser habitual, de hecho, que al ser interrumpidos podamos sentir que nuestras palabras pierdan valor o que nuestro punto de vista no se respeta lo suficiente en el lugar.
En profundidad
Nada más lejos de la realidad, este hábito posee complejos matices que van desde rasgos de personalidad hasta aspectos culturales. Incluso, en determinadas culturas interrumpir habitualmente se percibe como parte de una conversación muy dinámica y animada.
Mientras, en otras, es un signo claro de falta de respeto. No obstante, más allá del ambiente, los españoles y españolas que interrumpen tienden a hacerlo por razones subyacentes que poseen una serie de explicaciones psicológicas y neurológicas muy llamativas.
Más detalles
Así lo han revelado varios psicólogos con el paso de los años:
- Impaciencia. Suelen querer que las conversaciones avancen muy rápido y pueden interrumpir a otros porque ya sienten que saben lo que van a decir o quieren tomar el control de la charla.
- Deseo de ser escuchado. Sienten que tienen algo relevante que añadir, pero temen que la oportunidad se les escape.
- Ansiedad o estrés. Su mente puede ir más rápido que la conversación cuando una persona está ansiosa, lo que la impulsa a hablar antes de que el otro termine.
- Personalidades extrovertidas. Tienden a comunicarse, este tipo de individuos, de manera más abierta y dinámica. Se considera como un intercambio activo donde todos pueden participar al mismo tiempo.
- Necesidad de competencia. La interrupción puede plantearse como una forma de demostrar conocimiento o autoridad.
- Emoción o entusiasmo. Cuando alguien siente una emoción intensa o un gran entusiasmo por el tema que se está tratando, suelen interrumpir para compartir sus propias ideas o experiencias.