
España nunca ha sido un país bebedor de té. De hecho, el consumo de las infusiones tradicionalmente se ha vinculado a los periodos de mala salud o enfermedades. Hasta ahora. En la actualidad, existen establecimientos especializados en la venta de estos productos y también dedicados a su degustación y su cultura.
Origen
En nuestro país, comenzó a tomarse de forma habitual en el siglo XXVIII, importado principalmente de Reino Unido y Francia, dos países en los que esta bebida se encontraba de rigurosa moda entre toda la realeza y la aristocracia. No obstante, en este periodo ya se había arraigado el consumo del café y del chocolate en la cultura española, exportados de América.
Con el paso de los años, la realidad es que fue bastante más fácil conseguir el té, haciéndose accesible hasta el punto de que casi todo el mundo lo podía pagar. Pese a que España continúa siendo un país 'cafetero', el té es una bebida que goza de una gran aceptación.
En profundidad
De todos ellos, hay uno que se ha viralizado mucho de cara al periodo veraniego gracias a las redes sociales y los creadores de contenido: el té de cáscara de mandarina con canela. Entre sus beneficios, cabe destacar los siguientes, según multitud de investigaciones:
- Mejora la digestión. Ayuda a aliviar gases y digestiones pesadas y estimula la producción de bilis.
- Refuerza el sistema inmunológico. Rico en vitamina C y antioxidantes que fortalecen las defensas naturales del cuerpo.
- Ayuda a controlar el azúcar en sangre. Puede mejorar la sensibilidad a la insulina y ayudar a regular los niveles de glucosa.
- Combate el mal aliento y refresca. Los dos poseen aromas frescos y propiedades antibacterianas.
- Mejora el estado de ánimo y relaja. El aroma cítrico combinado con la calidez de la canela tiene efectos relajantes.
Más detalles
El procedimiento es muy sencillo. Tan solo se necesita una ramita de canela (o media cucharadita de canela en polvo), una taza de agua y una cucharada de cáscara de mandarina seca (o fresca, bien lavada y sin pesticidas que puedan afectar a la salud).
En primer lugar, hay que hervir el agua. Más tarde, debemos añadir la cáscara de la mandarina y la canela. A continuación, tenemos que bajar el fuego y dejar hervir a fuego lento durante cinco o diez minutos. Por último, colamos y dejamos reposar dos minutos antes de tomarlo.